ARREBATOS ALÍRICOS
Me fui sobreviviendo como pude
(José Luis Piquero)
domingo, 29 de abril de 2012
Planning
Me encanta cuando los planes salen "B"...
sábado, 28 de abril de 2012
Un Hombre Exquisito y sus poetas añadidos (Con las piernas abiertas)
"Aviso" es un poema de Alberto Tesán contenido en su magnífico poemario Piedras en el agua (editado por Pre-textos en el 2003). Hasta la fecha, desgraciadamente, su último libro publicado. Dice así:
Con las piernas abiertas el mundo te sonríe
y yo muero de tanta ternura derramada
has quemado el dinero y toda mi paciencia,
pero te dejo hacer, segura entre las sábanas
con algún muchachito aspirante a poeta.
Empiezan a cansarme, sin embargo, las lágrimas
que sirven de chantaje en el peor momento,
y esa pose tan tuya de niña maltratada
que exhibes en tertulias con tanto desparpajo.
No te engañes, cariño, los años no perdonan.
Y tu edad es la edad brumosa del dolor.
Está cercano el día en que te sientas sola,
escuchando, a oscuras, la voz rota de Joplin.
Entonces no me llames, ni busques mi consuelo.
He aprendido a tu lado, a ser obedecido.
Cuando marques mi número y suenen tus disculpas
estaré celebrando tu piel envejecida
con la primera nínfula que sepa lo que busco:
la sumisión total a todos mis caprichos.
Nosotros hicimos una adaptación del poema, al que metimos un estribillo, un puente y del que nos vimos obligados a recortar un par de versos casi perfectos (“No te engañes, cariño, los años no perdonan./Y tu edad es la edad brumosa del dolor”) por razones musicales que yo no entiendo.
Aunque siempre la hemos conocido como "Tesán" o "la de Tesán" para no liarnos, en realidad se llama, para no liaros, "Con las piernas abiertas".
Según Ricardo Senabre: "Para un poeta que lo sea de verdad, recordar no es nunca repetir. Es utilizar, transformar, crear algo nuevo; incorporar, en suma, el eco ajeno a la voz propia e inconfundible".
Según Reyes: "Toda cita directa, incluso la más literal, es un simulacro, una imagen hecha a semejanza de otra cosa, nunca completamente igual a su modelo. Sólo por desplazarse de contexto, el texto citado se altera irremediablemente".
Nosotros sabemos que carecemos de voz propia, que no somos poetas de verdad. Pero confiamos en que el desplazamiento o la alteración de un poema de semejante calibre se haya convertido en una letra de canción inusitadamente buena. Al menos, para nuestro repertorio. En definitiva, que pese a nuestra contribución siga siendo casi tan buena como el poema de Alberto Tesán, sin traslaciones ni ecos que puta la falta que le hacen.
En nuestro, a falta de un nombre mejor, concierto-recital como “Un Hombre Exquisito y sus poetas añadidos” incluimos un fragmento del poema "Sospecha", de Víctor Martín Iglesias, contenido en Cómo hemos llegado a esto (editado por Casavaria en 2010; desgraciadamente también, hasta la fecha, su único poemario publicado). Igual que al musicar un poema de Alberto Tesán, sabíamos que contábamos con ciertas garantías: con un texto tan bueno era difícil que no quedara medianamente bien. Y dado que a esto había que sumarle la colaboración especial del pedazo de guitarrista Fernando Merino (que ya ha demostrado su talento en varios proyectos y, en especial, en el grupazo Anemsis, del que es fundador y compositor) sabíamos que muy mal se nos tenía que dar… Que puede que haya sido así. Pero con estos textos y estas colaboraciones, creemos que seguirá mereciendo la pena. Con perdón.
SOSPECHA
Estando como estamos tan pendidos
de un hilo, somos capaces sin embargo
de mantenernos vivos en este mundo
de armas de asalto y detectives;
nuestro mismo odio que se transforma
en gusanos como se transforman
condenadas ciertas mariposas
ni nos trae por las calles
de la amargura ni nos beneficia.
Nos condena a los mismos libros
donde la muerte no es siquiera un personaje
y los prólogos son como epitafios
y el escritor no tiene un contrato
literario como Dios manda.
Como ves me he vuelto loco
y ya no sé ni lo que te escribo,
ni si debiera escribirte esto,
sospecho que a veces piensas
en otros cuando follamos.
Pero qué puedo hacer si hasta me sacan
de quicio los teléfonos que comunican,
las novelas que calibran con cuidado
la intriga que me dan en cada línea.
Volverá masturbarse a ser pecado,
aunque no por ciegos nos quedamos
sin mirar lo que mirar quisimos
sino por no saber mirar.
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Un Hombre Exquisito
jueves, 19 de abril de 2012
Analogía
"Antes de dedicarme a la música he sido profesor y, la verdad, creo que no hay diferencia entre dar clase y estar encima de un escenario: en los dos casos se trata, principalmente, de entretener a delincuentes en potencia"
(Sting)
miércoles, 18 de abril de 2012
domingo, 15 de abril de 2012
Concierto-recital: Un Hombre Exquisito y sus poetas añadidos II (Con un invitado muy especial)
(En la imagen: Un Hombre Exquisito y sus poetas añadidos junto con "el poeta que murió de éxito" -foto de archivo-)
El próximo sábado 21 de Abril a partir de las 22:30 Un Hombre Exquisito y sus poetas añadidos (Víctor Martín y Víctor Peña) darán un concierto-recital en la librería-café La Puerta Tannhäuser de Plasencia que, posiblemente, aterrorizaría por igual a músicos y poetas de no ser porque, esta vez (y esperemos que muchas otras), contarán con la colaboración del impresionante guitarrista Fernando Merino (fundador del grupazo Anemsis y conocido, aunque no tanto como debiera, por haber deslumbrado con su sapiencia guitarrera en multitud de grupos).
El (a falta de un nombre mejor) concierto-recital contendrá poemas de Víctor Martín y Víctor Peña y canciones de Un Hombre Exquisito que esperamos que os gusten, punteos de Fernando Merino que, seguro, os fliparán y, a lo mejor, alguna sorpresa que, quizás, os sorprenda. Así que, el que pueda pasarse (recordamos que el Barça-Madrid es a las 20:00 y os da tiempo de sobra) ya tiene una excusa más para cruzar la Puerta Tannhäuser de Plasencia y ver cosas que nadie creería (como que, esta vez y sin que sirva de precedente, hemos ensayado y todo).
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sábado, 14 de abril de 2012
Los buenos tiempos (II)
Un viaje a las Azores
marcó mis años mejores:
crecía nuestro amor
marcó mis años mejores:
crecía nuestro amor
en los años de Aznar...
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miércoles, 11 de abril de 2012
Antirretrato
No soy nada: apenas lo que aparento,
y, a veces, ni eso: si acaso un resto:
pura fachada sin sustancia
de esporádico escritor sin talento,
que despeina cada día con gomina,
se calza la cara de ir al trabajo,
bebe un poco y toma alguna pastilla
para los pequeños dolores cotidianos.
Soy lo que soy: apenas algo,
una mancha que busca su sombra,
que lee un poco de vez en cuando,
sigue con emoción la Liga
y desinterés el telediario.
Un hombre de mediana edad temprana
que hace tiempo emprendió la cuesta abajo.
No soy casi: insisto, existo si acaso.
Como vosotros, al fin y al cabo:
un chico que crea blogs y amores
en parte por hacer algo,
(y en parte por hacer daño),
y luego los abandona uno a uno
a la intemperie del ciberespacio.
Ya ni Facebook se altera con mis golpes de estado.
viernes, 6 de abril de 2012
Diglosia (I)
(J. L. Borges)
Primero para una plaquette que me editaron en el Instituto Español Juan Ramón Jiménez de Casablanca y después para un recital del ciclo Como Lo Oyes en la Facultad de Traducción de Salamanca, María López Ponz hizo un maravilloso trabajo convirtiendo alguno de mis vulgares poemas en sutiles textos con musicalidad, ritmo y casi, casi, literatura. Desgraciadamente, mi lamentable acento me impide leer sus traducciones en las pocas ocasiones que me han dejado aburrir con mis versos en público, cosa que, sin duda preferiría. Así que no me queda más consuelo que poner alguno por aquí.
Para esta primera entrada he elegido dos que son auténticas recreaciones a partir de los originales, como si, podríamos decir, hubieran sido escritos a cuatro manos y dos lenguas y en los que la "transcripción" parecería siempre el poema en castellano. Por eso, como una lengua se ha acabado imponiendo a la otra, he llamado a la entrada "Diglosia". Y, también por eso, como a fin de cuentas es mi blog, me ahorro lo odioso de la comparación:
Shyness
You’re like a book I don’t understand,
an unexpected, unrequested, present
I still won’t get rid of.
You’re quite pretty. I don’t know you.
I don’t owe you anything.
But, truth is, neither do you.
Suddenly,
I’m too embarrassed to kiss you.
Fevered and confused,
I don’t even dare to ask
whether you would mind
that I come inside.
Blow job
While gazing from above
at the rhythmical move
of your head over my sex,
I mainly feel (see? now)
when you come and go
(this, now)
the brush of your hair against my hips.
It’s odd and almost sweet
that this touch (see? this,
now) is the closest
I’ve been to a caress
in a long, long time.
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María López Ponz,
traducciones
martes, 3 de abril de 2012
jueves, 29 de marzo de 2012
Cantautor, a tus canciones. Zapatero, a tus zapatos.
sábado, 24 de marzo de 2012
Micros negros
Hoy mismo se ha fallado el premio de micorrelato del II Congreso de Novela y Cine Negro de Salamanca. Me parece un fallo inteligente porque, aunque no haya podido leer más que tres relatos, el ganador me parece muy superior a la media:
AL FINAL…
La pistola en la mano, humeante; a sus pies, exangüe, un cuerpo.
Ahora venía lo difícil: huir durante doscientas páginas.
(Jorge J. Sánchez Iglesias)
Ahora que ya ha pasado el concurso les adjunto los dos con los que servidora osó participar, para que aprecien la diferencia:
EL SÍNDROME DE ESTOCOLMO
Fueron casi simultáneos: el pañuelo ahogándome en nariz y boca con lo que después supe que era cloroformo y la voz pretendidamente tranquilizadora: “Ahora no tengo tiempo de explicarle, señora, pero después me lo agradecerá”. No puedo decir cuánto ha pasado desde entonces, quizá años: aquí abajo todos los días y todas las noches son iguales y todavía no sé de qué o de quiénes me estaba salvando. Pero aún le estoy agradecida.
DESPUÉS DE BRINDAR
Como al final de cada comida familiar, esperé a que se hiciera el silencio para aleccionar a mis hijos con sabios consejos que, estaba seguro, seguirían recibiendo con suficiencia y dilapidando con arrogancia. Sin embargo, esta vez noté una especial atención a mis palabras y me sentí embargado por una ligera embriaguez, antes de darme cuenta de que todo iba mal, definitivamente mal, y que esas sonrisas que acompañaban a mi perorata eran más abiertas y cómplices que nunca.
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microrrelatos
viernes, 23 de marzo de 2012
Los escritores que nos merecemos
Sánchez Dragó es quien escribe los mejores libros de teología. Un tipo cuyo nombre no recuerdo, especialista en ovnis, es quien escribe los mejores libros de divulgación científica. Lucía Etxebarría es quien escribe los mejores libros sobre intertextualidad. Sánchez Dragó es quien mejor escribe los libros sobre multiculturalidad. Juan Goytisolo es quien escribe los mejores libros políticos. Sánchez Dragó es quien escribe los mejores libros sobre historia y mitos. Ana Rosa Quintana, una presentadora de televisión simpatiquísima, es quien escribe el mejor libro sobre la mujer maltratada de nuestros días. Sánchez Dragó es quien escribe los mejores libros de viajes. Me encanta Sánchez Dragó. No se le notan los años. ¿Se teñirá el pelo con henna o con un tinte común y corriente de peluquería? ¿O no le salen canas? ¿Y si no le salen canas, por qué no se queda calvo, que es lo que suele pasarles a aquellos que conservan su viejo color de pelo?
Y la pregunta que de verdad me importa: ¿Qué espera Sánchez Dragó para invitarme a su programa de televisión? ¿Que me ponga de rodillas y me arrastre hacia él como el pecador hacia la zarza ardiente? ¿Que mi salud sea más mala de lo que ya es? ¿Que consiga una recomendación de Pitita Ridruejo? ¡Pues ándate con cuidado, Víctor Sánchez Dragó! ¡Mi paciencia tiene un límite y yo en otro tiempo estuve en la pesada! ¡No digas luego que nadie te lo advirtió, Gregorio Sánchez Dragó!
(...)
Los escritores actuales no son ya, como bien hiciera notar Pere Gimferrer, señoritos dispuestos a fulminar la respetabilidad social ni mucho menos un hatajo de inadaptados sino gente salida de la clase media y del proletariado dispuesta a escalar el Everest de la respetabilidad, deseosa de respetabilidad. Son rubios y morenos hijos del pueblo de Madrid, son gente de clase media baja que espera terminar sus días en la clase media alta. No rechazan la respetabilidad. La buscan desesperadamente. Para llegar a ella tienen que transpirar mucho. Firmar libros, sonreír, viajar a lugares desconocidos, sonreír, hacer de payaso en los programas del corazón, sonreír mucho, sobre todo no morder la mano que les da de comer, asistir a ferias de libros y contestar de buen talante las preguntas más cretinas, sonreír en las peores situaciones, poner cara de inteligentes, controlar el crecimiento demográfico, dar siempre las gracias.
No es de extrañar que de golpe se sientan cansados. La lucha por la respetabilidad es agotadora. Pero los nuevos escritores tuvieron y algunos aún tienen (y Dios se los conserve por muchos años) padres que se agotaron y gastaron por un simple jornal de obrero y por lo tanto saben, los nuevos escritores, que hay cosas mucho más agotadoras que sonreír incesantemente y decirle sí al poder. Claro que hay cosas mucho más agotadoras. Y de alguna forma es conmovedor buscar un sitio, aunque sea a codazos, en los pastizales de la respetabilidad. Ya no existe Aldana, ya nadie dice que ahora es preciso morir, pero existe, en cambio, el opinador profesional, el tertuliano, el académico, el regalón del partido, sea éste de derecha o de izquierda, existe el hábil plagiario, el trepa contumaz, el cobarde maquiavélico, figuras que en el sistema literario no desentonan de las figuras del pasado, que cumplen, a trancas y barrancas, a menudo con cierta elegancia, su rol, y que nosotros, los lectores o los espectadores o el público, el público, el público, como le decía al oído Margarita Xirgu a García Lorca, nos merecemos.
No es de extrañar que de golpe se sientan cansados. La lucha por la respetabilidad es agotadora. Pero los nuevos escritores tuvieron y algunos aún tienen (y Dios se los conserve por muchos años) padres que se agotaron y gastaron por un simple jornal de obrero y por lo tanto saben, los nuevos escritores, que hay cosas mucho más agotadoras que sonreír incesantemente y decirle sí al poder. Claro que hay cosas mucho más agotadoras. Y de alguna forma es conmovedor buscar un sitio, aunque sea a codazos, en los pastizales de la respetabilidad. Ya no existe Aldana, ya nadie dice que ahora es preciso morir, pero existe, en cambio, el opinador profesional, el tertuliano, el académico, el regalón del partido, sea éste de derecha o de izquierda, existe el hábil plagiario, el trepa contumaz, el cobarde maquiavélico, figuras que en el sistema literario no desentonan de las figuras del pasado, que cumplen, a trancas y barrancas, a menudo con cierta elegancia, su rol, y que nosotros, los lectores o los espectadores o el público, el público, el público, como le decía al oído Margarita Xirgu a García Lorca, nos merecemos.
El gaucho insufrible
(Roberto Bolaño)
martes, 20 de marzo de 2012
Otraedad
OTRAEDAD
Je est un autre, évidemment.
L’autre est l’altérité
EMMANUEL LÉVINAS
A mi edad, Hölderlin se había
ya retirado a su buhardilla
LÁZARO SANTANA
Hoy he cumplido treinta años.
A mi edad Ian Curtis
había cantado todas las canciones,
Rimbaud buscaba en Yemen
la sombra de sí mismo,
Dylan Thomas soñaba
la máscara de un sueño,
Van Gogh no había pintado
aún los girasoles.
Pero no sé qué excusa
puedo ponerme ahora
si alguien me contradice
al fondo del espejo:
ese otro que soy yo
sigue siendo un extraño para mí.
LUIS BÁGUEZ QUÍLEZ
Je est un autre, évidemment.
L’autre est l’altérité
EMMANUEL LÉVINAS
A mi edad, Hölderlin se había
ya retirado a su buhardilla
LÁZARO SANTANA
Hoy he cumplido treinta años.
A mi edad Ian Curtis
había cantado todas las canciones,
Rimbaud buscaba en Yemen
la sombra de sí mismo,
Dylan Thomas soñaba
la máscara de un sueño,
Van Gogh no había pintado
aún los girasoles.
Pero no sé qué excusa
puedo ponerme ahora
si alguien me contradice
al fondo del espejo:
ese otro que soy yo
sigue siendo un extraño para mí.
LUIS BÁGUEZ QUÍLEZ
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madurez
viernes, 9 de marzo de 2012
Mujeres (poema en prosa de Manuel Vilas)
No las ves que están agotadas, que no se tienen en pie, que son ellas las que sostienen cualquier ciudad, todas las ciudades. Con el matrimonio, con la maternidad, con la viudedad, con los golpes, ellas cargan con este mundo, con este sábado por la noche donde ríen un poco frente a un vaso de vino blanco y unas olivas. Cargan con maridos infumables, con novios intratables, con padres en coma, con hijos suspendidos. Fuman más que los hombres. Tienen cánceres de pulmón, enferman, y tienen que estar guapas. Se ponen cremas, son una tiranía las cremas. Perfumes y medias y bragas finas y peinados y maquillajes y zapatos que torturan. Pero envejecen. No dejan las mujeres tras de sí nada, hijos, como mucho, hijos que no se acuerdan de sus madres. Nadie se acuerda de las mujeres. La verdad es que no sabemos nada de ellas. Las veo a veces en las calles, en las tiendas, sonriendo. Esperan a sus hijos a la salida del colegio. Trabajan en todas partes. Amas de casa encerradas en cocinas que dan a patios de luces. Sonríen las mujeres, como si la vida fuese buena. En muchos países las lapidan. En otros las violan. En el nuestro las maltratan hasta morir. Trabajan fuera de casa, y trabajan en casa, y trabajan en las pescaderías o en las fábricas o en las panaderías o en los bares o en los bingos. No sabemos en qué piensan cuando mueren a manos de los hombres.
Manuel Vilas
miércoles, 15 de febrero de 2012
Entonces yo era joven
"Pero entonces ya era joven e insensato; por no decir superficial, en cualquier caso frívolo, y, como vulgarmente se dice, vivía intensamente cada día; bueno, no, esto no es verdad, lo que yo vivía intensamente era cada noche; durante el día dormía, también intensamente."
(La Cripta de los Capuchinos.Joseph Roth)
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Philip Roth
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