La primera vez sentí cosquillas
la segunda rutina
la tercera dolor
la cuarta, desdicha
me quedó
la foto
de la sangre
en la bombacha
la patente
el poder del dolor
la contradicción del placer
el miedo al deseo
la naturalidad del asco
el permiso a cualquier cosa
y la exageración del perdón,
el abuso es el otro.
El shampoo de la abuela
alargado con agua
el mismo mantel blanco calado
con colitas de cuadril
familia estable,
guerra de banderas
Cuervos y Bosteros unidos con cinta aisladora.
Champagne con speed y matambre
eternos Abba o cumbia.
La nueva generación ríe más
ensaladas de arroz en cada plato
entre los escombros
un cable y una lámpara
de la obra para la que no alcanzó
el conformismo de todos.
Ganas de bailar bajo la parra
a la tía no se le cayó el culo
ni a mi vieja la dignidad.
Trabajamos para tener
dos vasos por comensal
el sacrificio tiene sus frutos nuestro legado
por eso esta vez cordero
uvas en la ensalada de fruta
cerezas y arándanos;
repelente para todos
y ropa a estrenar;
aunque en obra,
nadie podría negar
que somos felices.
Ni Muy Trillado
No me enseñaron a quererme
me enseñaron lo que hay que hacer para ser querida
me enseñaron a ser objeto de placer de lo contrario una inútil
me enseñaron a ser deseada
a querer ser partida
me enseñaron a mostrar las piernas
me enseñaron que soy lo que disponga un grito de calle
me enseñaron que la bondad es decir que sí
que es un juego de minita decir que no
que soy la responsable de la voluntad del psicópata
me enseñaron a asumirme culpable de mi primera violación,
que mi trauma es la absolución de la segunda
el hostigamiento no es tanto si el niño es sufrido
el violador es menos violador si el niño ultrajado
que quizás un poco me guste el manoseo de tren
si la violación es colectiva es porque quiero fiesta
soy culpable del estado analfabeto
de la comicidad de algún funcionario virgen que no entiende
del vaciamiento corporal
culpable de la soledad estructural de mi alma
culpable de haber aprehendido la sumisión como respeto
culpable de la vergüenza
de pedir ayuda
quizás deseo sufrir
quizás me merezco el bife
algo habré hecho
la culpable soy yo la culpable soy yo la culpable soy yo
por creer que no va a pasar
nunca más que se va a disculpar
soy habitante de la falocracia
me enseñaron venderme al mejor postor
que por lo menos me pague el café
que me de un techo que invite la cena
que me coja
que me traslade
que me quiera seguir cogiendo
que me quiera solo para él
que me cele, que me grite, que me parta, que me encierre,
me prohíba me sacuda me mate
siempre por pasión.
Dicen que soy buena porque papá me abandonó
y mamá me la hizo difícil,
yo hubiera preferido ser caprichosa.
Dicen que soy independiente
por sacarme el barro en soledad
yo todavía sueño con ser consentida.
Dicen que me entrego mucho,
la falta anuló mis chanches de ahorrar amor
yo hubiera hubiera preferido ser cuidadosa.
Dicen que soy especial
porque fui hecha de dolor
yo sigo soñando con ser una más.
Estás confundido con esto de rechazarme
soy ideal para vos
parezco perfecta
no rompo las bolas.
Me río y no por ser triste
trabajo
y soy infiel
pero puedo incluso esperar
a cansarme de que no me quieras
para saber que hay vida.
Te dejaría
que tengas romances afuera
lo que necesites
y mi devoción intacta.
Siendo de la lista,
la que rompe tu cama y la duerme
siempre sin exclusividad.
Puedo mantenerte, soy profesional
que vos planches guardapolvos
de hijos con tu cara
y la maldad de los dos.
Yo puedo llegar y verlos comer
el plato que nunca me preparaste,
cocinero mezquino.
Hasta hoy
nunca tuve que aclarar
que estoy enamorada
o algo así
como que me exploten las tetas al verte
sonreír durante meses
por regalar besos a la pared
desprenderle algo de polvo.
El bálsamo de mango no me cuida el brillo
ni hablar de tu piel
el jabón de manzanilla
no mejora el olor de mi espíritu.
Lo decidí
la onda es olvidar con dignidad
antes de perder la hermosura
la mirada con manchitas.
No te muerdo más
no te pido más
que me abandones de vez en cuando.