ARREBATOS ALÍRICOS

Me fui sobreviviendo como pude

(José Luis Piquero)


miércoles, 11 de mayo de 2016

Poema nupcial (un poema de Carmen Hernández Zurbano)




POEMA NUPCIAL
para Montaña
me gustaría escribir algo tan hermoso como una diadema
un mentón un rizo que se escapa
para este día
un ramo de flores un encaje manchado
después de bajar al pueblo a recoger el correo


la temperatura de las manos el cielo
tan cerca
tan grande
el mundo debajo de las mesas las rodillas
seis
que hacen una familia y jurarse amor
con la parte derecha del cerebro
flores y diademas y encajes y manos y mentones
y rizos como lanzar arroz
sobre vuestras cabezas sobre la cabeza
de vuestra hija


me gustaría escribir algo muy bonito
y que no me diese vergüenza leerlo
sobre estar radiante
de alegría

lunes, 9 de mayo de 2016

A pelo (breves apuntes sobre "Anestesia" de Inaxio Goldaracena)


Uno, por deformación profesional (o por gilipollez congénita o adquirida, vayan ustedes a saber) hacía tiempo que no leía un libro de poesía como hice con Anestesia, de Inaxio Goldaracena: es decir, sin ideas previas, sin subrayar pasajes ni apuntando ideas más o menos estúpidas al respecto. Lo hice en una noche de insomnio y de un tirón (aunque no de golpe: tuve que volver o decidí releer varios varios poemas bastantes veces). Me acosté con la sensación de haber leído un libro sólido, sin fisuras, que funcionaba a la perfección y sobre el que tendría que volver con menos sueño y más calma.

Lo he hecho después, varias veces, sin que cambie mi opinión general al respecto, aunque, ahora sí, variando mi comportamiento particular: es decir, subrayando muchos versos, arrugando alguna página, apuntando varias cosas. Entre ellas, algunas de las que leerán a continuación.

Sin embargo, poco podría (o, más bien, debería) añadir yo sobre un libro del que ya han escrito Isabel Bono (en su magnífico prólogo) o Álvaro Valverde y Carlos Alcorta (en sus siempre atinadas reseñas). Por lo que será más justo, útil y fácil citarles. Así, la primera nos desvela alguna de las posibles referencias del libro:
Me acuerdo de Trakl y de su Sumisión a la noche, de su Canción de las horas. Inaxio Goldaracena también canta temores nocturnos aunque sobre la mesa haya frutas amarillas.(...) Me acuerdo de Maléfica, ofreciendo anestesia en forma de deliciosa fruta. Me acuerdo de Thoreau buscando arbustos, convencido de que hay manzanas que saben mejor fuera de casa.
Por su parte, Carlos Alcorta en su reseña se centra en la importancia del insomnio como marco, tema y motor de un libro que, sin duda, pasa el corte de su siempre exigente blog:
El insomnio crea un mundo paralelo, parecido al del sonámbulo, un mundo al que ni los somníferos pueden ponerle coto, acaso un mundo que guarde alguna similitud con la amnesia, porque, como escribe en el poema que lleva por título esa misma palabras, «Amnesia»: «El silencio/ oculta un dolor más profundo./ El vacío sujeta las piernas». La noche se convierte así en un lugar propicio para la introspección y el autoanálisis, aunque ese estado al que aludíamos acaso no sea el más adecuado para realizar un examen de conciencia. El poema que da titulo al libro, «Anestesia», lo deja suficientemente explícito: «…en la habitación,/ rodeado de nadie,/ esperando el comienzo/ de cualquier programa/ para pulsar off/ en el botón de pensar». El fraseo elíptico, la realidad construida a base de fragmentos, la identidad a punto de disolverse en un vaco sin forma, el periscopio del tiempo saliendo a la superficie para observar como la realidad se descompone 
Álvaro Valverde destaca que, pese a tratar temas manidos (la noche, el insomnio, etc) logre sonarle fresco incluso a un autor (y lector) diurno como él. Además, coloca una etiqueta a Inaxio que nos deja una excusa (innecesaria) para releerle o estar atentos a sus próximos libros.
Habla Trapiello en Seré duda de ciertas tipologías de poetas que de natural son de una manera y lo que escriben se empeña en demostrar todo lo contrario. Así, "meláncolicos alegres","melancólicos que no pueden vencer su contumaz tristeza", "alegres tristes" y "alegres irreductibles". Pues bien, a uno, que no conoce de nada a Goldaracena, le da que es de los que pertenecen al segundo grupo. O como mucho al tercero. Al menos eso se deduce de la serena tristeza que destilan sus versos, lo que en nada desmerece, al contrario, su salida a escena. 
En lo que respecta a mí, que no tengo, por el momento, tanta alergia por la nocturnidad (y ni siquiera por la alevosía) no hube de vencer esas reticencias para entregarme a un libro y a unos poemas que merecen el desvelo. Pueden comprobarlo (si es que no lo han leído que, por cierto, deberían) en alguno de los que añado a continuación:

TRANSPARENCIAS

Tus vecinos ya no te saludan.
Eres, para ellos, invisible.

Evitan tropezar sus cuerpos,
custodiar tus llaves,
desearte los buenos días.

Incluso las facturas
han dejado de escribirte.

Todos profanan tu radiografía,
todos ocupan
el vano que tu ser arrastra,

que tira de tus huesos
hasta el desagüe.

CARRETERA

Eres
de los que observan ambos lados
al cruzar un paso de cebra:
mitad cautela, mitad paranoia.
De los que conducen tranquilo
y encienden los intermitentes.
De los que esperan
a que el semáforo madure
para manejar su destino.

No tienes prisa.
El futuro llegará
tarde o temprano;
hasta entonces
circulas por fuera
en las rotondas,
tomas siempre autopistas
además de dejarte adelantar
cuando coagula en ti
                                la niebla.


AMNESIA

9 de noviembre de 1938

Doce y cuarto de la noche.

En el cielo un tapiz de tristeza.
Bajo el manto de nubes
la ciudad recorre sus calles.
Camina sin rumbo
arrastrando el paso.

Desconoce las heridas
que su propia armadura
va marcando en cada cruce.

El silencio
oculta un dolor más profundo.
El vacío sujeta las piernas.

Sobre una alcantarilla
dos basureros
se fuman un canuto;
cuando concluyen
vuelven al trabajo.

Toman el cepillo
y lustran la Historia.
Salvan, como reliquia,
una hilera de cristales rotos

para que nadie resbale mañana.

ALTA FIDELIDAD

Toda la noche escuchando la radio,
dejando que otros hablen por ti.

Toda la noche en alerta,
permitiendo que trivialicen
sobre las neurosis enraizadas
en la estructura de las urbes.
Horas y horas modulando el dolor,
aumentando la frecuencia
en la ingesta de pastillas.

Toda la noche
dejando que sean otros
quienes digan lo que piensan,

sin hallar sintonía,

escuchando la emisora
de tu propia noche.



Nacidos en otro tiempo (en la Feria del Libro de Sevilla)

Chelsea Hotel NO.3 (un poema de Hugo Izarra)




domingo, 8 de mayo de 2016

Humberto Fabbro: un nuevo nombre a tener en cuenta.


El penúltimo (hasta el momento) y más que recomendable (como siempre o, en su caso, as usual) libro de Antonio Rivero Taravillo, Lo que importa (Renacimiento, 2015) está formado por tres apartados. Además de "Milagros del atardecer" (el primero) y "Sala de espera" (el último), contine un epígrafe completo destinado a recopilar poemas de un tal Humberto Fabbro y llamado "El mejor Fabbro".

Por supuesto, ya se han oído voces diciendo que, igual que Fonollosa quizás no fuera más que un alter ego de Gimferrer, parece altamente probable que el tal H.F. sea una simple máscara de A.R.T. En todo caso, esta es la versión del autor:


No es mi intención entrar en esas elucubraciones y simplemente me limito a traer aquí unos cuantos poemas del tal Humberto Fabbro que, sea quien sea, creo que merece ser leído:

ACUMULACIONES
Hace un día hermoso. Podría
caminar por esas calles solitarias
y mantener una agradable charla con los abejorros.
Hoy el cementario estará muy bonito.
Pero no iré.

Nunca voy a visitar la tumba de mis padres.
Sobre su mármol se acumula la sociedad
como sobre mi conciencia el remordimiento.


TÁLAMO
Aunque sea estrecha,
cómo se acomoda a mi recuerdo,
como un zapato a su horma,
tu cama de soltera.
Para medir el metro, le faltaban los centímetros
justamente de mi verga empalmada
como una vela encendida
ante tu altar.
Un rollo de papel higiénico
se descorría 
como la cinta de mi semen
y echaba sobre ti el llovido arroz
de unas nupcias secretas.


NO ESTÁS
No estás. Te fuiste.
Las plantas hoy se ven despeinadas,
desastrosas,
como mi mentón no afeitado,
mi alborotado pelo.

En esa selva, las macetas,
sobrevive el recuerdo
de tus dedos sobre mi mejilla lisa;
tu mano sobre mi nunca, rastrillando
escalofríos.

THE SHOW MUST GO ON
Igual que tantas veces, he acudido
hoy a ese boliche que frecuento.

Había una camarera distinta y, cuando me vi agobiado,
como el niño que regresa al colegio otro septiembre
y no encuentra ya a su señorita,
brinqué al oír su voz detrás de una mampara
y dije un profuso hola aliviado y jovial.
Pero tampoco era ella la que vino
con una gran sonrisa derramada
al patio de recreo de los alcohólicos.
Pedí una cerveza como siempre,
que llegó sin embargo como nunca
y me supo peor,
jarabe que no cura la extrañeza.
En el espejo tras la barra, se entristaba
mi rostro reflejado entre botellas
que ya no limpirán más sus manos.
Como en un velatorio, bebí con él
sacando brillo a viejas anécdotas.
Juntos brindamos por la despedida.
No sé si existe la reencarnación,
y mi karma está sucio como los vasos
de tipos como yo, y pese a todo,
¿volveremos a encontrarnos un día en otro garito,
ella, su culo ante ginebras y whiskies?

Pero la vida sigue aquí: profesionales,
sin caer en falacias patéticas,
erre que erre las etiquetas
continuán diciendo lo mismo
con su letra ilegible.
Mientras, espejo sin azogue que también me copia,
el vaso se vacía lentamente.

martes, 3 de mayo de 2016

Presentación en Sevilla de "Nacer en otro tiempo"


El sábado 7 de mayo algunos de los autores incluidos en Nacer en otro tiempo estaremos firmando libros, leyendo y presentando esta antología.

¡Si nos queréis, venirse!

sábado, 30 de abril de 2016

Firmando (o no) en la Feria del Libro de Sevilla: lunes 2 de 20 a 21


La Feria del Libro de Sevilla 2016 trae un montón de escritores y actividades interesantes que pueden consultar en este enlace.

Por mi parte, tendré el honor de estar firmando libros el lunes 2 de mayo de 20:00 a 21:00 horas en la Caseta nº 25 (La Isla de Siltolá).

Pueden llevar ejemplares de La huida hacia delante (Ediciones de la Isla de Siltolá, 2014) o de Diario de un puretas recién casado (Ediciones Liliputienses, 2016).


Aunque, si lo desean, no hago ascos a firmar libros como Canadá, Aire de familia, Anestesia, Suplicaréis clemencia, Antolejía: poemas para limpiar el váter, Los hijos de Ulises, Cuarentena... Ustedes pidan por esa boquita.

Tres poemas de "Los hijos de Ulises" de Ángel M. Gómez Espada



LOS HIJOS DE ULISES

Somos los hijos de Ulises.
Los que nos quedamos custodiando el secreto de Ogigia,
la generación perdida que dejó de lado la trashumancia y los problemas.

La leyenda dice que las multinacionales nos 
contrataron como conejillos de indias.

Nadie vino a reclamarnos.
Nadie pidió un rescate por nosotros.
Nadie llenó las farolas de su ciudad con nuestras
fotos en pose de recién desaparecidos.

Por nosotros nadie se manifestó.
Nadie habló en nombre de los parias.

Los fabricantes de loto nos comieron las ideas.

Una vez por semana un avión lanza desde el aire
cantidades suficientes hiperconcentradas,
que diluimos en agua sin futuro para abastecernos.
Dejan que nos saciemos hasta el hartazgo.
Pasa el avión cuatro o cinco veces por los campamentos.

A nuestra manera, también somos revolucionarios.
También luchamos, sufrimos y morimos.
Aunque seamos incapaces de recordar la causa de tanto aciago.
Aunque ni siquiera podamos recordar cuándo
pasará el próximo avión.


LAS NIETAS DE LAS COSTURERAS

Como solo ellos saben hacerlo, nos fueron 
usurpando cualquier poder.

Con la misma pauta que cuando aprenden a 
pedirnos la sal con un golpe de mirada seco.

Nos taparon la boca, de nuevo.

Eran los tiempos nuevos, había que plegarse.
Cedimos.

Siempre acabamos cediendo para sostener 
el equilibrio del Mundo.

Cedimos para que no se fuera todo al carajo.

A su manera, nos castigaron por habernos atrevido 
a quitarnos el velo.

Nos castigaban por empuñar las palabras como 
antaño ellos empuñaron las cimitarras.

O las espadas.

O las ballestas.

O el arco.

O la piedra afilada.

Por la noche, Penélope nos leía historias ancestrales.

Nos enseñaba el arte de la costura, la estrategia del paciente.

Mientras nos íbamos limpiando la sangre.

Mientras mirábamos cómo cauterizaban las heridas.

No era para tanto.

Morderse los labios un poco más fuerte y ya.

Era lo primero que nos enseñaban nuestras abuelas.

A cantar mientras cosías.

A cantar mientras llorabas.

A cantar mientras sangrabas.

La Historia de la Humanidad se sostiene por 
los cantos de las nietas de las costureras.

Si todo esto sigue en pie, al fin y al cabo, es porque 
nosotras aprendimos a coser.

Por mucho que les duela.

Por mucho que nos duela.


THE OTHER SIDE IS THE SAME SHIT


“El que derrota al monstruo / y ocupa
su lugar / se vuelve el monstruo”
José Emilio Pacheco

Entonces, dígame.

Estamos de acuerdo en eso, al menos.

Todo lo que usted me reprocha es a lo que aspira.

Forma mi patrimonio parte de sus sueños.

Repítame de nuevo, pues, si es usted tan amable,

En qué nos diferenciamos.



Eso mismo me había parecido a mí.


(Los hijos de Ulises.
Ángel Gómez Espada.
Editorial LeTour1987, 2015)

Ser español sin estridencias

 
Ser español sin estridencias. Amar la lengua, no usarla como arma arrojadiza. Entender los afectos como algo personal e intransferible. Y la puerta siempre abierta, o al menos entornada. Sanidad, educación, servicios públicos: eso es la patria. Y pagar impuestos. Y vivir y dejar vivir.
García.
Pablo García Casado.
(Visor, 2015) 

Mundial del 94 (un poema de Antonio Rivero Machina)

Podría ser peor
MUNDIAL DEL 94

Sí.
Yo vi el codazo de Tassotti en directo.
Y quise ser Martín Cacho cuando tuve cinco años.
Los hielos se deshacen cada vez más rápido
en las copas.


(Un libro al que siempre hay que volver.
Dejo un par de reseñas:
De Juan Carlos Sierra en Estado Crítico.
De Álvaro Valverde en su blog)

viernes, 15 de abril de 2016

Presentación de "Diario de un puretas recién casado": sábado 23 de abril las 20:00 con el gran Pablo García Casado.


Javier Sánchez Menéndez, magnífico poeta y editor (de Ediciones de la Isla de Siltolá) ha abierto hace nada Siltolá Libros&Vinos, una librería elegante, completísima y en pleno centro de Sevilla.

Allí tendré el privilegio de presentar mi último libro, Diario de un puretas recién casado (Ediciones Liliputienses) el próximo sábado 23 de abril a las 20:00 con la compañía del mejor presentador posible, Pablo García Casado.

Y digo esto no solo porque Pablo se haya convertido en un poeta imprescindible desde que debutara con el brutal Las afueras en 1997. sino porque, en cierta medida, inspiró este libro que, hasta poco antes de entrar a imprenta, iba a haberse llamado García casado. Finalmente, el necesario homenaje quedó plasmado en un poema que podéis leer aquí:

García casado
Porque amar es el empiece de la palabra amargura.
Mecano

Soy un García casado de la vida.

Un hombre cualquiera, como tantísimos,
en una relación hetero sin aspavientos,
que arrastra su apellido y lo prolonga
más allá de lo estrictamente necesario.

Soy el terror de los buffets libres.

El que se queda callado en la sala de espera
cuando la enfermera repite su nombre.

Un godot que manda un whatsapp avisando
de que no le esperen si llega tarde.

Aunque no me llame así y otros
sean mi nombre y apellidos,
soy Fulano de Tal, j´est un autre,
un número impar emparejado, otra
cifra móvil motivo de disputa
entre políticos y sindicatos.

Soy el vecino de un quinto que delega
su voto en el presidente del bloque.
Alguien que espera que pasen las firmas
sin intervenir ni escuchar en los claustros.

Barrilete tragicómico, dime:
¿de qué planeta te caíste?

El que siempre da dinero a los mendigos
por miedo a encontrarse un día pidiendo
y que, por motivos parecidos, nunca protesta
demasiado a los camellos. Un afiliado
al escepticismo que a veces rompe
el carné en arrebatos de esperanza.

Soy otro García cansado de la vida
que paga una cuota fija de pretéritos
y otra variable de futuros simulados.

Un viejoven que remulga, otro
puñado añadido a la olla a tiempo
de estropear la sobremesa familiar
de un domingo cualquiera y piscinero.

Seré padre algún día mientras tanto
soy un hijo de puta moderado.




Desde aquí, muchísimas gracias a Javier, a Pablo y a todos los que encontréis un hueco para pasaros.

Esperamos pasar un buen rato juntos en un sitio inmejorable.

"NACER EN OTRO TIEMPO: Antología de la joven poesía española"


La editorial Renacimiento publica una antología de "joven" poesía española coordinada por Miguel Floriano y Antonio Rivero Machina, que también se encargan del epílogo.
Por su parte, Álvaro Valverde firma el prólogo.

Los autores seleccionados (nacidos entre 1980 y 1997) son Sergio C. Fanjul, Javier Vela, Andrés Catalán, María Alcantarilla, Ben Clark, Pablo Fidalgo, Constantino Molina, Luis Llorente, Javier Vicedo, Víctor Peña Dacosta, Aitor Francos, Juan Bello, Martha Aunción Alonso, Laura Casielles, Unai Velasco, Francisco José Najarro, Berta García Faet, María Eugenia Motilla, Rodrigo Olay, Diego Álvarez Miguel, Ruth Llana, Emily Roberts, Paual Bozalongo, Gonzalo Gragera, Gema Palacios, Xaime Martínez, María Elena Higueruelo y Óscar Díaz.

Espero que os guste mi participación y la antología en general.

jueves, 14 de abril de 2016

El lado oscuro (un poema de "Diario de un puretas recién casado)

Diario de un puretas recién casado


Tener hijos es cosa de mediocres,
ineptos sensualmente, analfabetos
sexuales o de gente irresponsable.

O es un pobre y mezquino agarradero
para dejar constancia de su paso
por el tiempo de la vida. A través de otros.
La adopción de este medio deshonesto
delata su estulticia y su ignorancia.
José María Fonollosa

No sé quién eres pero tengo
la sensación de quererte*,
quizá por motivos morales,
económicos o de costumbre.

Tal vez sea el típico afán posesivo
del hombre capitalista en esta
sociedad patriarcal e interesada.

O por protegerte de quién sabe,
tan pequeñito, feo y poca cosa.
Calvo, como el abajo firmante
en cualquiera de esas noches
en las que pudo haber terminado
engendrándote sin darse cuenta.

No sé si eres promesa o amenaza.

Sé que tu llegada indica
un cambio radical de vida,
un nuevo ciclo, otra etapa.
Ampliación del campo de batalla.

Aún no sé si serás parche o broche
a una relación preciosa que hiciste
tambalearse durante unos meses,
pequeño malnacido tocahuevos.

Pero ya eres una excusa perfecta
para quedarse en casa, apuntarse
a terapia, suicidarse o matar
a alguien en tu nombre, Diego Pablo.

Y aun así te miro con miedo
y desconfianza, sin atreverme
a quitarte el envoltorio
ni pulsar el botón de encendido.

Quién sabe.

Espero que traigas garantía
y acrecentado el instinto
de supervivencia. Busca
en tu interior, no temas, debes
creerme: yo soy tu padre.


*Este poema nunca hubiera existido sin un soberbio tuit de Miguel Ortega Castillo, en el que citaba las bellas y terribles palabras de su abuelo, aquejado de Alzhéimer. Partiendo de ellas, y probando a darles la vuelta, intenté escribir un poema desde el punto de vista de mi amigo Pedro, pero no lo conseguí del todo. En cualquier caso, debe estar dedicado a ellos dos y, de paso, a Carmela. Aunque, en realidad, eso último sucede con todos mis versos.