ARREBATOS ALÍRICOS

Me fui sobreviviendo como pude

(José Luis Piquero)


jueves, 11 de agosto de 2016

Rocío Acebal reseña "Diario de un puretas recién casado"

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La insultantemente joven aunque sobradísimamente preparada poeta Rocío Acebal (cuyo debut, al que conviene estar atentos, saldrá publicado en octubre en Valparaíso) reseña en su más que recomendable blog mi último libro: Diario de un puretas recién casado.
Desde aquí, gracias por tan atenta lectura y tan generosa crítica. Nos leemos:
Coloquial, cercana y sorprendente, así podría definirse esta última entrega. Nos ofrece otra mirada hacia hitos de las relaciones amorosas como los votos nupciales ("Prometo con los dedos rectos serle / fiel de palabra y obra y esconder un mínimo / las carpetas del porno (...) Prometo traerle flores de vez en cuando / acordarme alguna vez de alguna fecha / no meter cosas sin tapar en la nevera...") sin miedo a apelar a la flamenca de whatsapp, al porno o a los emoticonos. Peña Dacosta busca lo hermoso en la realidad en lugar de inventar un espacio idílico de amor y flores, trayéndonos a menudo a la memoria los versos de "Canción de aniversario" de Jaime Gil de Biedma: "la realidad -no demasiado hermosa- con sus inconvenientes de ser dos".
Resulta curiosa la fuerte relación entre el amor y la política que encontramos en Diario de un puretas recién casado, pasando por la lucha contra el heteropatriarcado desde los gestos románticos ("y paguemos a medias, vida mía / acabemos juntos con tantos siglos / de opresivo patriarcado") o la comparación del "sacrificio conjunto" del amor, con el comunismo ("Pero con ciertas garantías de éxito"), pasando por una de las mejores composiciones: "Si se puede...".
Aunque entre preparativos de boda y gestos de amor, el placentino también encuentra hueco para, sin abandonar nunca su característico humor, relatar los cambios de la madurez ("...supongo / que existe un yo distinto / en otra dimensión sin extra de queso"), y también a aquellas cosas que nunca parecen cambiar ("Me levanto como cuando estaba / soltero: empalmado pero jodido / de la nariz y la vida, cansado / de mi cuerpo y la lucha diaria / con los niños y la almohada").
En conclusión, el brevísimo segundo libro de Peña Dacosta viene cargado de ironía, sagacidad y buena poesía. Una lectura amena y muy recomendable.

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