ARREBATOS ALÍRICOS

Me fui sobreviviendo como pude

(José Luis Piquero)


viernes, 26 de mayo de 2017

Después del después: Daniel Casado escribe sobre VPD en "Piedra de toque"

Piedra de toque: 15 poetas emergentes de Extremadura

Piedra de toque: 15 poetas emergenes de Extremadura es una antología publicada por la Editora Regional y preparada por el poeta, músico y gestor cultural Daniel Casado que, además, ha escrito una nota sobre cada uno de los autores seleccionados. Dejo aquí las líneas que me ha dedicado junto con mi agradecimiento:
Con epicentro en Plasencia, como su tocayo, vecino y compañero en esta selección, Víctor Martín Iglesias, la poesía de Peña Dacosta ha necesitado tan solo un par de títulos para hacerse oír en ambas laderas del Jerte y río abajo. El toque distendido de sus poemas, la inevitable intimidad, esa ironía imperturbable siempre al acecho, ese buen rollito y ciertos tics de la era digital consiguen, a poco que uno aprenda a colocarse la sonrisa, propiciarnos algo tan difícil como una lectura entretenida. Algo para lo que la poesía, dirán algunos, no parece concebida. Pero estamos en la posmodernidad, amigos, aquí dialogan Homer Simpson y Thomas Mann, los estados de Facebook y los estados de sitio, Leonard Cohen y José María Aznar, Windows y Michel Houellebecq. Otros guiños resultan menos casuales: el empleo del tono coloquial denota una lectura atenta de Gil de Biedma, quizá el referente más claro, pero también de Ángel González y Luis Alberto de Cuenca.
Apunta esta poesía en una doble dirección: de un lado, la ficción autobiográfica, del otro, el discurso crítico. Ambos horizontes se estiran hasta fundirse en poemas como “Pido la palabra y un par de cañas”, “Adaptación al miedo” o “When the soldiers are singing”. Por lo demás, la vida que pasa queda retratada —al más puro estilo Lennon— en poemas como “Selfie”, mientras en la diatriba ”Carta abierta de lo que quedaba del Víctor Peña de 19 años dirigida al actual Víctor Peña antes de desaparecer para siempre” los ecos del famoso poema “Contra Jaime Gil de Biedma” no acaban nunca de apagarse.
Volverá en Diario de un puretas recién casado a cargar las tintas en las aguas de la posmodernidad postulando “Sin más armas ni bandera / que mi pantalón de pinza negro / y mi polo pijo y rojo, reivindico / un anarquismo mainstream / en pos de la centralidad”. Ahí es nada.
La pregunta es: qué vendrá después del después.

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