ARREBATOS ALÍRICOS

Me fui sobreviviendo como pude

(José Luis Piquero)


sábado, 30 de abril de 2016

Firmando (o no) en la Feria del Libro de Sevilla: lunes 2 de 20 a 21


La Feria del Libro de Sevilla 2016 trae un montón de escritores y actividades interesantes que pueden consultar en este enlace.

Por mi parte, tendré el honor de estar firmando libros el lunes 2 de mayo de 20:00 a 21:00 horas en la Caseta nº 25 (La Isla de Siltolá).

Pueden llevar ejemplares de La huida hacia delante (Ediciones de la Isla de Siltolá, 2014) o de Diario de un puretas recién casado (Ediciones Liliputienses, 2016).


Aunque, si lo desean, no hago ascos a firmar libros como Canadá, Aire de familia, Anestesia, Suplicaréis clemencia, Antolejía: poemas para limpiar el váter, Los hijos de Ulises, Cuarentena... Ustedes pidan por esa boquita.

Tres poemas de "Los hijos de Ulises" de Ángel M. Gómez Espada



LOS HIJOS DE ULISES

Somos los hijos de Ulises.
Los que nos quedamos custodiando el secreto de Ogigia,
la generación perdida que dejó de lado la trashumancia y los problemas.

La leyenda dice que las multinacionales nos 
contrataron como conejillos de indias.

Nadie vino a reclamarnos.
Nadie pidió un rescate por nosotros.
Nadie llenó las farolas de su ciudad con nuestras
fotos en pose de recién desaparecidos.

Por nosotros nadie se manifestó.
Nadie habló en nombre de los parias.

Los fabricantes de loto nos comieron las ideas.

Una vez por semana un avión lanza desde el aire
cantidades suficientes hiperconcentradas,
que diluimos en agua sin futuro para abastecernos.
Dejan que nos saciemos hasta el hartazgo.
Pasa el avión cuatro o cinco veces por los campamentos.

A nuestra manera, también somos revolucionarios.
También luchamos, sufrimos y morimos.
Aunque seamos incapaces de recordar la causa de tanto aciago.
Aunque ni siquiera podamos recordar cuándo
pasará el próximo avión.


LAS NIETAS DE LAS COSTURERAS

Como solo ellos saben hacerlo, nos fueron 
usurpando cualquier poder.

Con la misma pauta que cuando aprenden a 
pedirnos la sal con un golpe de mirada seco.

Nos taparon la boca, de nuevo.

Eran los tiempos nuevos, había que plegarse.
Cedimos.

Siempre acabamos cediendo para sostener 
el equilibrio del Mundo.

Cedimos para que no se fuera todo al carajo.

A su manera, nos castigaron por habernos atrevido 
a quitarnos el velo.

Nos castigaban por empuñar las palabras como 
antaño ellos empuñaron las cimitarras.

O las espadas.

O las ballestas.

O el arco.

O la piedra afilada.

Por la noche, Penélope nos leía historias ancestrales.

Nos enseñaba el arte de la costura, la estrategia del paciente.

Mientras nos íbamos limpiando la sangre.

Mientras mirábamos cómo cauterizaban las heridas.

No era para tanto.

Morderse los labios un poco más fuerte y ya.

Era lo primero que nos enseñaban nuestras abuelas.

A cantar mientras cosías.

A cantar mientras llorabas.

A cantar mientras sangrabas.

La Historia de la Humanidad se sostiene por 
los cantos de las nietas de las costureras.

Si todo esto sigue en pie, al fin y al cabo, es porque 
nosotras aprendimos a coser.

Por mucho que les duela.

Por mucho que nos duela.


THE OTHER SIDE IS THE SAME SHIT


“El que derrota al monstruo / y ocupa
su lugar / se vuelve el monstruo”
José Emilio Pacheco

Entonces, dígame.

Estamos de acuerdo en eso, al menos.

Todo lo que usted me reprocha es a lo que aspira.

Forma mi patrimonio parte de sus sueños.

Repítame de nuevo, pues, si es usted tan amable,

En qué nos diferenciamos.



Eso mismo me había parecido a mí.


(Los hijos de Ulises.
Ángel Gómez Espada.
Editorial LeTour1987, 2015)

Ser español sin estridencias

 
Ser español sin estridencias. Amar la lengua, no usarla como arma arrojadiza. Entender los afectos como algo personal e intransferible. Y la puerta siempre abierta, o al menos entornada. Sanidad, educación, servicios públicos: eso es la patria. Y pagar impuestos. Y vivir y dejar vivir.
García.
Pablo García Casado.
(Visor, 2015) 

Mundial del 94 (un poema de Antonio Rivero Machina)

Podría ser peor
MUNDIAL DEL 94

Sí.
Yo vi el codazo de Tassotti en directo.
Y quise ser Martín Cacho cuando tuve cinco años.
Los hielos se deshacen cada vez más rápido
en las copas.


(Un libro al que siempre hay que volver.
Dejo un par de reseñas:
De Juan Carlos Sierra en Estado Crítico.
De Álvaro Valverde en su blog)

viernes, 15 de abril de 2016

Presentación de "Diario de un puretas recién casado": sábado 23 de abril las 20:00 con el gran Pablo García Casado.


Javier Sánchez Menéndez, magnífico poeta y editor (de Ediciones de la Isla de Siltolá) ha abierto hace nada Siltolá Libros&Vinos, una librería elegante, completísima y en pleno centro de Sevilla.

Allí tendré el privilegio de presentar mi último libro, Diario de un puretas recién casado (Ediciones Liliputienses) el próximo sábado 23 de abril a las 20:00 con la compañía del mejor presentador posible, Pablo García Casado.

Y digo esto no solo porque Pablo se haya convertido en un poeta imprescindible desde que debutara con el brutal Las afueras en 1997. sino porque, en cierta medida, inspiró este libro que, hasta poco antes de entrar a imprenta, iba a haberse llamado García casado. Finalmente, el necesario homenaje quedó plasmado en un poema que podéis leer aquí:

García casado
Porque amar es el empiece de la palabra amargura.
Mecano

Soy un García casado de la vida.

Un hombre cualquiera, como tantísimos,
en una relación hetero sin aspavientos,
que arrastra su apellido y lo prolonga
más allá de lo estrictamente necesario.

Soy el terror de los buffets libres.

El que se queda callado en la sala de espera
cuando la enfermera repite su nombre.

Un godot que manda un whatsapp avisando
de que no le esperen si llega tarde.

Aunque no me llame así y otros
sean mi nombre y apellidos,
soy Fulano de Tal, j´est un autre,
un número impar emparejado, otra
cifra móvil motivo de disputa
entre políticos y sindicatos.

Soy el vecino de un quinto que delega
su voto en el presidente del bloque.
Alguien que espera que pasen las firmas
sin intervenir ni escuchar en los claustros.

Barrilete tragicómico, dime:
¿de qué planeta te caíste?

El que siempre da dinero a los mendigos
por miedo a encontrarse un día pidiendo
y que, por motivos parecidos, nunca protesta
demasiado a los camellos. Un afiliado
al escepticismo que a veces rompe
el carné en arrebatos de esperanza.

Soy otro García cansado de la vida
que paga una cuota fija de pretéritos
y otra variable de futuros simulados.

Un viejoven que remulga, otro
puñado añadido a la olla a tiempo
de estropear la sobremesa familiar
de un domingo cualquiera y piscinero.

Seré padre algún día mientras tanto
soy un hijo de puta moderado.




Desde aquí, muchísimas gracias a Javier, a Pablo y a todos los que encontréis un hueco para pasaros.

Esperamos pasar un buen rato juntos en un sitio inmejorable.

"NACER EN OTRO TIEMPO: Antología de la joven poesía española"


La editorial Renacimiento publica una antología de "joven" poesía española coordinada por Miguel Floriano y Antonio Rivero Machina, que también se encargan del epílogo.
Por su parte, Álvaro Valverde firma el prólogo.

Los autores seleccionados (nacidos entre 1980 y 1997) son Sergio C. Fanjul, Javier Vela, Andrés Catalán, María Alcantarilla, Ben Clark, Pablo Fidalgo, Constantino Molina, Luis Llorente, Javier Vicedo, Víctor Peña Dacosta, Aitor Francos, Juan Bello, Martha Aunción Alonso, Laura Casielles, Unai Velasco, Francisco José Najarro, Berta García Faet, María Eugenia Motilla, Rodrigo Olay, Diego Álvarez Miguel, Ruth Llana, Emily Roberts, Paual Bozalongo, Gonzalo Gragera, Gema Palacios, Xaime Martínez, María Elena Higueruelo y Óscar Díaz.

Espero que os guste mi participación y la antología en general.

jueves, 14 de abril de 2016

El lado oscuro (un poema de "Diario de un puretas recién casado)

Diario de un puretas recién casado


Tener hijos es cosa de mediocres,
ineptos sensualmente, analfabetos
sexuales o de gente irresponsable.

O es un pobre y mezquino agarradero
para dejar constancia de su paso
por el tiempo de la vida. A través de otros.
La adopción de este medio deshonesto
delata su estulticia y su ignorancia.
José María Fonollosa

No sé quién eres pero tengo
la sensación de quererte*,
quizá por motivos morales,
económicos o de costumbre.

Tal vez sea el típico afán posesivo
del hombre capitalista en esta
sociedad patriarcal e interesada.

O por protegerte de quién sabe,
tan pequeñito, feo y poca cosa.
Calvo, como el abajo firmante
en cualquiera de esas noches
en las que pudo haber terminado
engendrándote sin darse cuenta.

No sé si eres promesa o amenaza.

Sé que tu llegada indica
un cambio radical de vida,
un nuevo ciclo, otra etapa.
Ampliación del campo de batalla.

Aún no sé si serás parche o broche
a una relación preciosa que hiciste
tambalearse durante unos meses,
pequeño malnacido tocahuevos.

Pero ya eres una excusa perfecta
para quedarse en casa, apuntarse
a terapia, suicidarse o matar
a alguien en tu nombre, Diego Pablo.

Y aun así te miro con miedo
y desconfianza, sin atreverme
a quitarte el envoltorio
ni pulsar el botón de encendido.

Quién sabe.

Espero que traigas garantía
y acrecentado el instinto
de supervivencia. Busca
en tu interior, no temas, debes
creerme: yo soy tu padre.


*Este poema nunca hubiera existido sin un soberbio tuit de Miguel Ortega Castillo, en el que citaba las bellas y terribles palabras de su abuelo, aquejado de Alzhéimer. Partiendo de ellas, y probando a darles la vuelta, intenté escribir un poema desde el punto de vista de mi amigo Pedro, pero no lo conseguí del todo. En cualquier caso, debe estar dedicado a ellos dos y, de paso, a Carmela. Aunque, en realidad, eso último sucede con todos mis versos.