ARREBATOS ALÍRICOS

Me fui sobreviviendo como pude

(José Luis Piquero)


jueves, 29 de enero de 2015

Juan Ramón Santos escribe sobre "La huida hacia delante"

Juan Ramón Santos, que presentará el libro el sábado en la Sala Verdugo a las 19:30, ha publicado hoy en Plan Ve una reseña sobre La huida hacia delante que, como diría el poeta, me ha tocado la patata:

"...el libro era mucho más que juego, grito, provocación, denuncia (añado ahora por “España se diferencia de Estados Unidos”) y absoluto descaro juvenil, pues era, a la vez, eso y también lo contrario, la puesta en cuestión de esa actitud, y el resultado (...) es un poemario intenso y explosivo que habla de amor, de desamor, de ser, de escribir, de estar en el mundo y, sobre todo, de la pérdida del furor y la -permítanme el juego de palabras- inocente inocencia perdida de la primera juventud, de esa pérdida que acaba convirtiéndonos a todos (o a casi todos), tiempo y trabajo mediante, en vulgares ciudadanos de a pie.
No dejen de leer el libro, se lo aconsejo, y tampoco dejen -si se lo pueden permitir- de venir el sábado a cualquiera de sus presentaciones."

domingo, 25 de enero de 2015

Noche electoral


Oímos tantas cosas a la vez que no entendemos nada

Diego Vaya publicó el pasado mes de diciembre en la colección Tierra de Ediciones de la Isla de Siltolá su último poemario, Circuito cerrado
Se trata, sin duda, de una obra sólida y rigurosa, condensada al extremo y dividida en tres partes: I. Back/Next, II.Domingo americano y III. Helada.
En realidad, tanto la primera como la última sección están formadas por un solo poema, el primero extenso e intenso y el último algo menor en extensión pero no en brillantez. De él son estos versos que aquí extirpo:

Son las mismas noticias. Y el mismo hombre en traje,
sin voz: quizá en sus labios se dibujen países degollados
o aviones que se pierden y nadie vuelve a ver.
Oímos tantas cosas a la vez que no entendemos nada.
Esperamos, y el mundo
no es como un día nos lo imaginamos,
esperamos, y la gente y la vida y lo demás
son el ruido de fondo,
y es ese mismo ruido de algo que se cae,
ese drenaje por el que todo se escapa
para ser agua sucia en un cajón,
¿no sientes la llamada?

sábado, 24 de enero de 2015

Álex Chico: Encuentro

Me disponía a escribir una reseña sobre el mágnífico último libro de Álex Chico, pero he visto que todo lo que yo pudiera opinar al respecto ya lo ha publicado Álvaro Valverde en su blog.
Por lo tanto, me limito a recordar a los pocos placentinos que visiten hoy esta página, que Álex presenta Habitación en W (pubicado por Ediciones de la Isla de Siltolá) a las 19:30 en la Puerta Tannhäuser acompañado del gran Gonzalo Hidalgo Bayal, por lo que no deberían perderse tan magno acontecimiento.
Les dejo con uno de los soberbios poemas que integran el libro:

ENCUENTRO

Somos el paisaje que ahora observamos.
Somos el agua intermitente creando bancales.
Somos un lugar remoto
y su proximidad al leerlo.
Somos el revés de una ciudad soñada.
Somos ese límite del mundo
que construyó murallas.
Somos su forma de aislarnos.
Somos un cementerio de Yuste,
con ciento ochenta tumbas de soldados alemanes.
Somos memoria común
y, por familiar, callada.
Somos la moneda que alberga
en una misma cara ida y regreso.
Somos un paseo a media tarde.
Somos cada uno de los palacios
que recuerdan un esplendor clausurado.
Somos ese instante perpetuo
a partir de unas pocas, sencillas verdades.
Somos el abandono y las ruinas,
la geografía de una naturaleza póstuma siempre.
Somos este entorno lleno de valles.
Su densidad cuando, al prevenirnos,
también nos expone.
Somos el río a su paso por una isla talada.
Somos esa encina solitaria que,
al llegar la noche, dialoga con el pasado.
Somos un territorio ajado del suroeste de Europa.
Somos lugares de tránsito,
sus estaciones y sus dársenas.
Somos los puertos desde donde zarpan barcos
hacia Nápoles.
Las vías de un tren avanzando
hacia Lisboa.
Las islas por siempre varadas
de los mares de Grecia.
Somos la fotografía que alguien olvida
sobre una mesa.
Somos la sombra de alguien que no existe,
mientras fija su perfil en los muros
desconchados de una ciudad del sur.
Somos esa luz que hacia dentro se dirige.
Somos amigos.
Eso nos basta.

jueves, 22 de enero de 2015

María López Ponz traduce a Lorna Dee Cervantes

  

Entre los contenidos de Psicopompo: Revista de literatura, cabe destacar tres poemas inmensos traducidos por María López Ponz. Uno de ellos es especialmente brutal y merece, como mínimo, ser pegado a continuación:


Poema para el joven blanco que me preguntó cómo yo, una persona inteligente y leída, podía creer en la guerra entre razas  


Lorna Dee Cervantes (California, 1954)
Traducción de María López Ponz (Alcora, 1983)

En mi país no hay diferencias.
Las políticas de opresión sembradas de alambre
han sido derribadas hace mucho. El único recuerdo
de batallas pasadas, sean ganadas o perdidas, es el leve
surcado de los fértiles campos.

En mi país
la gente escribe poemas de amor,
llenos de nada más que felices sílabas infantiles.
Todos leen cuentos rusos y lloran.
No hay fronteras.
No hay hambre, ni
graves hambrunas ni gula.

Yo no soy una revolucionaria.
Ni siquiera me gusta la poesía política.
¿Piensas que puedo creer en la guerra entre las razas?
Puedo negarla. Puedo olvidarla
cuando estoy segura
en mi propio continente de armonía
y amor, pero no vivo
ahí.

Creo en la revolución
porque en todas partes arden las cruces,
certeros pistoleros gamados esperan tras las esquinas,
francotiradores apuntan a las escuelas …
(Sé que no me crees.
Y que piensas que no es más
que exageración transitoria. Pero eso
es porque no te disparan a ti.)

Estoy marcada por el color de mi piel.
Las balas son discretas, diseñadas para matar lentamente.
Mis hijos son su objetivo.
Estos son los hechos.
Déjame mostrarte mis heridas: mi mente trabada, mis
disculpas constantes, y esta
agobiante preocupación
por sentir que no estoy a la altura.

Estas balas pueden más que la lógica.
El racismo no es una cuestión intelectual.
No puedo curar mis cicatrices con la razón.

Al otro lado de mi puerta
hay un enemigo real
que me odia.

Soy una poeta
que ansía bailar en los tejados,
susurrar delicados versos sobre la alegría
y la bendición de la comprensión humana.
Y lo intento. Vuelvo a mi país, a mi castillo de palabras, y
cierro la puerta, pero la máquina de escribir no apaga
los sonidos de la ira sorda y palpitante.
Mi cara sigue recibiendo golpes.
Cada día se me recuerda con insistencia
que este no es
mi país

y sí lo es.

No creo en la guerra entre razas

pero este país
está en guerra.

Nace Psicopompo: Revista de literatura (Cumbreño ataca de nuevo)


Aunque a muchos de ustedes se les solaparán, ha surgido un nuevo proyecto del infatigable José María Cumbreño: en este caso, se trata de una revista surgida a raíz del calor de la Librería-Café Psicopompo (un lugar delicioso de Cáceres donde se bebe, se come y se lee) que llevará ese mismo (y acertado) nombre: Psicpompo: Revista de literatura.
Se podrá comprar o encargar en la librería-café por 7,40 (gastos de envío incluidos), lo que, como verán, no es mucho teniendo en cuenta este índice:

DE POR QUÉ A ESTAS ALTURAS
RESULTA NECESARIO CREAR UNA
REVISTA DE PAPEL EN EL LEJANO OESTE, 3
POESÍA Y OTROS PECADOS CASI CONFESABLES, 5
María Auxiliadora Álvarez (7), Luciana Caamaño (11), Ana Castillo (14), Lorna Dee Cervantes (17), Sandra Cisneros (23), Washington Cucurto (27), Jessica Freudenthal (34), María Eloy-García (41), Patricio Grinberg (42), Ángel Guinda (45), Karina Macció (47), Julieta Marchant (53), Alicia Es. Martínez Juan (57), Miguel Martínez López (61), Marcos Matacana (65), Maurizio Medo (82), Nicolás Meneses (86), Elías Moro (89), Ángel Ortuño (92), Víctor Peña Dacosta (95), Verónica Pérez Arango (105), Ana Romaní (109). Adalber Salas Hernández (119), Roger Santiváñez (126), Carlos Trujillo (130), Sara Uribe (139), Ballerina Vargas (143), Ismael Velázquez Juárez (148), Mark Wallace (152), Laura Wittner (158).
JORGE POSADA ENTREVISTA A FRANK BÁEZ, 161
TRES RESEÑAS DE VÍCTOR PEÑA DACOSTA, 175

lunes, 19 de enero de 2015

Ben Clark reseña "La huida hacia delante"

Ben Clark ha publicado una crítica sobre La huida hacia delante en su sección "Los lunes libro" del Nou Diari que pueden leer completa aquí:

"La poesía, como bien sabe Víctor Peña Dacosta (Plasencia, 1985), tiene sus cosas y hay que quererla por lo que es, como se puede querer a una amiga algo descocada que nos llama a altas horas de la madrugada para hablar mal de un amigo en común. La huida hacia delante habla de las leves satisfacciones que esconde la frustración diaria, de la existencia anodina dentro del marco atenuante del amor y del lento ascenso hacia el cadalso del funcionariado. La voz poética que recorre el libro es la del joven macho heterosexual y futbolero que abre su corazón al mundo después de haber dedicado media vida a leer poesía. Se trata, pues, de un hombre que sabe lo que se hace, dentro y fuera del campo. 
(...)
He disfrutado mucho de su libro, que es el primero pero en absoluto primerizo, y creo que Víctor Peña Dacosta posee una voz poética contundente y actual, en total sintonía con el sentir de una generación que huye hacia donde puede, confiando en que sea hacia delante."


Dior lo guarde.


domingo, 18 de enero de 2015

Doblez

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"Haya o no haya democracia, el poder se funda sobre el doble lenguaje, la doble moral y la doble contabilidad".

La aznaridad.
Manuel Vázquez Montalbán.

La curvatura complacida del estómago agradecido.

“El mundo ha cambiado, pero no tanto como nos quieren hacer creer; siguen existiendo los ricos y los pobres, los explotados y los explotadores, los alienados, los usureros, los que se lavan la conciencia, los que buscan ser coherentes y encuentran cada vez más dificultades y, en este mundo que no ha cambiado tanto como pretenden hacernos creer, ciertos modos literarios han adquirido la textura del cartón piedra y la curvatura complacida del estómago agradecido”

No tan incendiario.
Marta Sanz.
Editorial Periférica.

martes, 13 de enero de 2015

¿No lo sabe, señor Stoner? ¿Aún no se comprende a sí mismo?

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"¿Pero no lo sabe, señor Stoner?", preguntó Sloane. "¿Aún no se comprende a sí mismo? Usted va a ser profesor".
De repente Sloane parecía muy distante y los muros del despacho se alejaron. Stoner se sentía suspendido en el aire y oyó su voz preguntar: "¿Está seguro?".
"Estoy seguro", dijo Sloane suavemente.
"¿Cómo lo sabe? ¿Cómo puede estar seguro?"
"Es amor, señor Stoner", dijo Sloane jovial. "Usted está enamorado. Así de sencillo". 


(Stoner
John Williams
Baile del Sol)

lunes, 12 de enero de 2015

Alejandro González Terriza featuring Víctor Peña Dacosta

En La huida hacia delante, mi primer poemario, publicado por Ediciones de la Isla de Siltolá, he querido, entre otras cosas, jugar con la intertextualidad de diversas formas, principalmente mediante el uso de citas de variadas fuentes y también con una especie de "colaboraciones especiales" al rockero modo. Es decir, he tomado versos de poeta que respeto y admiro (como Álvaro Valverde, L.A. de Cuenca, Almudena Guzmán o María López Ponz) y he escrito un poema a partir del plagio de alguno de sus versos (convenientemente marcado en cursiva, claro). Estos poemas escritos, por así decirlo, "en colaboración con" han recibido el título de "featuring" seguido del nombre correspondiente, tal y como uno estaba acostumbrado a encontrar desde pequeño en aquellos objetos, hoy desaparecidos, llamados discos y que áun puede ver después del título de las canciones ese canal de porno light que es la MTV.

Por eso, me ha hecho especial ilusión haber sido escogido como "estrella invitada" de un featuring, en este caso por un poeta que también admiro y respeto, el gran Alejandro González Terriza, poeta, cuentista (en el buen sentido) y músico (en los más que recomendables Ciento volando y La Bossa y la vida)que ha escrito esto en su más que recomendable blog:

DEMOLICIÓN AL PLÁTANO
(featuring Víctor Peña)

Un unicornio que embiste el tiovivo
(VP, La huida hacia delante).

Este tiempo perdido releyendo grimorios
sin saber que la magia se fabrica ya en serie:
un hechizo en que puedes elegir inocentes 
pero no recordarlos. Te rodea la noche
y eres, espectador, parte de la parrilla
donde quema el diseño sus más jóvenes marcas.
El silencio es tan solo flecos desatendidos. 
Comprimida, la vida viaja en USB
y la torre es la flecha que señala la nada.

domingo, 11 de enero de 2015

"La mala puta" y David Pérez Vega

La editorial Sloper publicó el pasado año un ensayo de llamativo público que está dando mucho que hablar, La mala puta: Réquiem por la literatura española, de Miguel Dalmau y Román Piña Vals. Me lo compré hace tiempo, lo terminé de leer hace poco y hoy pensaba comenzar a intentar escribir una reseña sobre su más que interesante lectura, pero acabo de ver que David Pérez Vega se me ha adelantado publicando todo y más de lo que iba a contarles y, además, mejor expresado, así que me limito a compartirles el enlace y a recomendarles, si es que no lo había hecho ya, su blog.

sábado, 10 de enero de 2015

Quizá nada nos une salvo el fútbol: "En lo mudable" de Antonio Agredano.



Libros del K.O. lleva tiempo editando pequeñas joyas en la colección Hooligans ilustrados sobre un tema tan despreciable como interesante: la intelectualización del sentir futbolístico. Y es que si Frank Zappa decía que escribir sobre música sería algo así como bailar sobre arquitectura, imaginen qué habría dicho el gran Luis Aragonés sobre estos libritos... Quizás algo no muy distinto a lo que opina el autor de la obra que procedo a destripar a continuación: “Racionalizar el fútbol es como deconstruir un salmorejo”.
Pues bien, Antonio Agredano ha publicado el mejor libro de la colección, al menos de los (casi todos) leídos por servidor de ustedes, lo que implica un triple mérito: lo ha hecho pese a “competir” con tótems como Martínez de Pisón, Enric González o Manuel Jabois, lo ha hecho con un libro dedicado AL CÓRDOBA, SANTO DIOS, AL CÓRDOBA y, además, lo ha conseguido sin necesitar hablar mucho de fútbol. O quizás gracias precisamente a eso.
Así, si Enric González consiguió brillar, casi a su altura habitual, con un libro sobre el Espanyol y la injusta etiqueta de equipo antinacionalista y de derechas y Jabois consiguió transmitir la insoportable arrogancia madridista (y jaboista) con un estilo irresistible, Agredano va a volcarse en su concepción del amor como “una indomable conversación de silencio”.
Ya desde la arrebatadora dedicatoria (“A las mujeres que me han amado en mayor o en menor medida, durante mucho o poco tiempo, pero siempre de forma inesperada, salvaje y viva”), el exbajista de Deneuve deja claro que se dispone a realizar una crónica sentimental del Córdoba (“quiero que este libro sea un libro de amor anclado al futuro”), en la que, exceptuando el primer capítulo, cada epígrafe llevará el nombre de la novia del momento y servirá de hilo para enhebrar dos excusas (relación amorosa y relación con el equipo) que, a su vez, le servirán para desplegar su lirismo cínico y romántico sobre el fútbol, que es la vida. O no, “pero a veces se solapan”.
El primer capítulo lleva, en cambio, el nombre de “Córdoba” y supone una breve descripción de la ciudad y de algunas de las tristes anécdotas mínimas de un equipo más que humilde, casi miserable. Aun así, se pueden rescatar pasajes como estos:

Ciudades empequeñecidas, acomplejadas, nacidas a la sombra de algo mayor, de un coloso intangible, de una presencia amenazante, de un antagonista inexistente. Con miedo al cambio. Regodeándose en el ahora, o en lo que fue, cuyo único futuro es la repetición de lo que tuvo. Como un chiste sin final contado por un niño.
El segundo capítulo, “Vicky. 1980-1995”, narrará su infancia y bisoña adolescencia, así como su primer amor con una mezcla de sentimentalidad arrebatada y cinismo posmoderno que permanecerá a lo largo de todo el libro:

Éramos muy pequeños y es siniestro ese juego de ser adultos que se necesitan y se aman. Esta historia ya se ha contado muchas veces: los recuerdos infantiles, el estadio, el olor del césped, la evocación de una infancia fútil, escurridiza y leve en la memoria. No iré por ahí. Ser niño no tiene demasiado misterio cuando creces en una casa estable, querido y protegido. La infancia, en ese caso, es solo la preparación del amante futuro (…) Recordamos la infancia como quien cuenta un sueño y se inventa la mayor parte.

La siguiente sección, “Azahara. 1995-1998”, se adentra en el oscuro mundo del fútbol cadete, así como en el no menos turbio terreno de la adolescencia, con el tono confesional del amigo que se sincera entre cervezas y risas:

Echarse una novia en el barrio donde te habías criado era aburrido, casi colegial. Había que salir, ver mundo; tener una novia de otro distrito era algo exótico, como un Erasmus local.
El cuarto apartado, “María. 1998-2002”, en cambio, evita enfangarse demasiado con un terreno lleno de mierda, el relativo a la presidencia del Córdoba de Sandokán, al que despacha con un sutil “un hombre hecho a sí mismo, pero hecho mal, con desgana”. El caso es que este capítulo sirve para presentar la importancia del azar en el amor, en este caso, a un equipo de fútbol y, sobre todo, para dejar otra sentencia inapelable: “Madurar es una leyenda urbana”.

El quinto capítulo, “Carmen. 2002-2010”, es el más extenso y el mejor, que no es poco decir. Contiene una reflexión sobre el fútbol, el arte y la vida tan bien argumentada que casi consigue hacernos mirar con cariño a uno de los seres más pintorescos surgidos del lateral derecho, el ínclito Álvaro Arbeloa:

La entrega es el refugio de los mediocres, pero a mí me basta en el fútbol y en la vida. (…) Ser Arbeloa es lo que yo quiero para mí y los míos. Centrar, centrar con entusiasmo y sin dirección, centrar fogosamente, darlo todo sin hacer nada bien. Ser imprescindible aun siendo prescindible, ser lateral de corto recorrido (…) para mí es suficiente porque el talento aparece pero el esfuerzo se decide.
También realiza un análisis sociológico necesario que, que yo sepa, nadie se había atrevido a verbalizar hasta ahora, 20 años después del suceso: “Nos dolió lo de Tassotti porque querríamos haber sido Tassotti”. Y es que Agredano es sincero hasta límites insospechados, llegando incluso a admitir su condición de aficionado mediocre, cobarde, oportunista:

No es manera, la mía, de amar a un equipo. No tolero mis colores. Huyo de la tristeza. Como las palabras que no se hablan porque saben que si se cruzan una palabra se harán daño, y se abonan al silencio, vagando por la casa mirándose como dos gatos que no quieren arañarse.

De aquí al final queda un poco más de la mitad del libro. Muchos pensarán que lo he destripado, que para qué van a invertir los 8 euros que vale en un librito SOBRE EL CÓRDOBA, JODER, SOBRE EL CÓRDOBA, si ya tienen aquí varias de sus mejores frases. Pues se equivocan: hasta aquí, el libro es más que un librito sobre fútbol bien escrito pero, a partir de este momento, se convierte en una puta genialidad. En el mejor canto al hombre contemporáneo que he podido leer en los últimos tiempos (al menos, en prosa y en dura pugna con lo que encontramos en los poemas más inspirados de Manuel del Barrio Donaire). Es decir, en un broche perfecto para un libro importante, que nos permite comprobar que la nota biográfica no exageraba: tal vez hayamos perdido a un tronista, pero está claro que hemos ganado a un escritor.

viernes, 9 de enero de 2015

Compromiso político y amor adolescente


Las voces del pasado dicen que nos integremos
en una opción política
y que esta juventud casquivana
 se disipa a sí misma entre el alcohol y la melancolía.

Yo quisiera luchar en contra del capitalismo,
pero veo al pueblo comunista:
tantos años pasando el hambre de la esperanza
para rendirse al becerro de oro…

Cuando veo tus ojos
son mi '68,
lo demás ya no existe,
tú lo haces mentira.

Son demasiado hermosos
para ser de derechas,
compromiso político y amor adolescente,
qué más da...
Con hacer roja la cama
creo que será suficiente.

Así serán nuestros sueños
tan rojos que un día seremos valientes.

La sábana en la ventana
para que todos la vean
y nuestra cama tan roja,
la cama tan roja,
el ocaso sobre la marea.

Tan solamente creo en la belleza de tu cuerpo,
que se marchita al ritmo de la caja del reloj.
No empuñaré más rifle que mi sexo tan pequeño
para traerte de nuevo a mi lado.

Ojalá no pienses que mi desengaño es pereza,
mi memoria me demuestra lo estéril de la lucha burocrática.
Pienso que tras las grandes revoluciones racionales
se restaura sonriendo el orden anterior.

Y los que murieron a manos de rebeldes
pudieron engendrar ese Mesías, que ya no viene.
Así que déjame decirte que entre lo malo y lo peor
yo no elijo nada y sigo soñando.

Cuando veo tus ojos
son mi '68,
no pueden hacer nada frente a un Colt 45.

Tengo unas figurillas
que no se venden nada,
pero son tan hermosas que ya no me da miedo,
tampoco a ti.

Con hacer roja la cama
creo que será suficiente.
Así serán nuestros sueños,
tan rojos que un día seremos valientes.

La sábana en la ventana
para que todos la vean
y nuestra cama tan roja,
la cama tan roja,
el ocaso sobre la marea.

Y nuestra cama tan roja,
la cama tan roja,
el ocaso sobre la marea.

viernes, 2 de enero de 2015

Treinta años (Frank Báez y El Hombrecito)



Dentro de unas semanas voy a cumplir treinta años.
Comenzarán a salirme arrugas,
patas de gallina, papada.
Me crecerá de pronto un bigote tercermundista.
Perderé habilidades.
Adquiriré complejos.
Me pondré paranoico
ante la inminente caída del pelo.
Mi cancelación.
La cara en el espejo.
La disminución de neuronas.
El matrimonio.
Las deudas.
Las enfermedades de transmisión sexual.
La impotencia sexual.

A los treinta ya no enfrentas la vida
como un cazador de búfalos
sino como un tráfico que dirige el tránsito
y que teme que lo atropellen
y es que tienes más posibilidades de morir
que por ejemplo a los veintiuno
que fue la edad en que tomé una guagua a Cabarete
y me pasé la tarde y la noche sentado en la playa
mirando las olas del mar
y pensando en que caminaría entre las aguas
hasta ahogarme
como lo hizo la poeta uruguaya,
aunque al final desistí pensando en todos los poemas
que me faltaban por escribir.

O la vez en que estaba con una mujer ajena en un carwash.
O el tiroteo en Plaza Central.
O el año pasado que me metí en el mar
con un amigo ruso y las olas nos embistieron
semejantes a una manada de toros
que pensé que de esta no me salvaba nadie.

Llegar a los treinta gordo y con las posibilidades
de disfrazarte de Santa Claus en Navidad.
Tomando pastillas. Jugando la lotería.
Comprando productos bajos en calorías.
Empeñando prendas, licuadoras, anillos.
Visitando un psicólogo a escondidas.
Bebiendo los lunes con el equipo
de softball de la compañía.

Tener treinta y ser el hazmerreír de los poetas
de veintidós y veinticuatro.
Las musas siempre se van con los jóvenes poetas.
Tacharán mi teléfono y mi dirección de sus agendas.
Finalizada mi carrera de poeta
escribiré mi obra completa en el campo.
Todo mi público será un sarcástico gato.

A los 20 uno escribe poesía como si fuera un reactor nuclear.
A los 30 uno escribe como si fuera el operario del reactor nuclear.

Atravesaré los treinta sobre una tabla de náufrago
soñando que los cuarenta serán peores o mejores.
Triste como un vendedor de zapatos del Conde
retornaré de la oficina tarde en la noche.
No sólo tendré los zapatos mojados por la lluvia
sino también el ruedo de los pantalones,
las medias y los pies.