Desde que comencé este blog, utilizo la etiqueta Compromiso político y amor adolescente para compartir los textos (propios o ajenos) de una temática más puramente social. Se trata de un verso de la fabulosa canción de Juan Antonio Canta que comparto justo encima y supone además un recordatorio de que a veces resulta eficaz o incluso apropiado mezclar eros y pancarta.
Hace ya mucho que compartí también en esta bitácora el que en mi opinión es el mejor poema de amor escrito nunca. Se trata de "El esplendor de la metamorfosis" y puede encontrarse en Amarte sin regreso (poesía amorosa 1981-1994) de Jorge Riechmann. Curiosamente, esta antología me la regaló Leonardo Alanís, director y, sin embargo, amigo del instituto en el que, cuando me dejan, doy clase. Vayan desde aquí las gracias y un abrazo. Qué menos.
La antología tiene un prólogo precioso, que transcribiré completo en la entrada que estoy preparando sobre los, en mi opinión, mejores prólogos y que concluye así:
Amar es una aventura de totalidad: no se sale indemne de ella. "Yo ya sé que de amarte nunca se regresa".
Vivir no puede ser prepararse para una despedida; tiene que ser, siempre, irse preparando para un encuentro. (La conciencia de que el encuentro último no se producirá perfila trágicamente nuestra existencia contra el fondo de la muerte.)
Swift escribió: "¡Ojalá vivas todos los días de tu vida!" El calor que buscamos no es el del establo, sino el del abrazo de los amantes.
La primera parte del libro se llama "Tanto abril en octubre" y reúne los poemas escritos durante la convalecencia de su mujer a la espera de un autotrasplante de médula ósea que, como aclara el propio autor, salió bien. Para acabar de dejarlo claro, añadió a esta sección "El esplendor de la metamorfosis", ya citado y este "Otro comienzo más"
OTRO COMIENZO MÁS
Hoy
un día de febrero
aterido de lumbre hasta los codos
has escapado
otra vez
al anto de ceniza
al restregón del cáncer
dispones
disponemos
de un día más
una semana más un año
un día
pero no te equivoques: no se trata
de un últio día
nunca te dejes tutear por un tumor
este día ganado es el primero.
A continuación Riechmann reúne poemas de El corte bajo la piel y Baila con un extranjero. Entre ellos, destaco, por motivos poéticos y biográficos, los siguientes:
ELOGIO DE LA DURMIENTE
Yacer despierto a tu lado
en el profundo cobijo de tu sueño.
Boca abajo, respiras
una canción de la tierra
que no recordarás al despertar.
Acompaso mi ser a esa canción.
ELOGIO DEL PLACER EN SEVILLA
En qué pliegue de tu carne desdoblada
anidaba el placer
y por qué ahora
tras un vuelo instantáneo
dilata el magnolio
desborda el río
excede el vino la torre el patio de naranjos
por qué respira tanto
en el pecho del mundo.
Después llega la sección "Figuraciones tuyas", inédita hasta esta colección. Lirismo romántico con precisión cirujana del que se puede extraer, verbigracia, este ejemplo:
MI AMANTE SE EDUCÓ EN UN COLEGIO DE MONJAS
Ese país lentísimo donde las gotas de lluvia
llegan al suelo uno a una
en ordenadas sartas.
Esa tibieza neutra donde ya no se advierten
las cicatrices antaño abrasadorasa,
la ausencia del deseo. Lentísimos rosarios de la lluvia.
Niña con cuerpo de agua. Te arrancaron
algo y después no dejaron de arrancarte
la memoria de algo
ni la memoria del extirpamiento.
Hoy tu cuerpo se acuerda de la lluvia
y mi cuerpo se acuerda de tu cuerpo.
Completan el libro poemas de Material móvil, Cuaderno de Berlín, Cántico de la erosión, La esperanza violeta y, por último, La verdad es un fuego donde ardemos que se abre con este poema en prosa sin título (ni falta que hace):
Amar es descubrir en el otro lo sagrado: el paraíso, el abismo, la cima, la noche, el espacio y el infierno. La experiencia puede llegar a ser devastadadora.
Yo sólo quise ser a veces, en mañanas concéntricas y casi inabordables, el deslumbrado panadero de tu goce.
Además, aunque en realidad podríamos elegir cualquiera con seguro azar, selecciono otro par de joyas:
CONTRA EL OLVIDO
Vivir cada presente rescatando
todos los presentes ya vividos.
Que no borre este amor
ninguno de los amores anteriores:
cada uno de ellos prefiguraba este
desde la llaga o la transparencia.
Estancias de una casa en cuyo patio
conversas toda la noche con la luna.
MEMENTO
¿Padecimos? No sé.
No quedan cadáveres que nos recuerden tal siembra,
ni quebradizos árboles de días amarillos,
ni muerte maleable.
Sólo este frágil aposento de equilibrio
donde estar, donde no estar.
Aplazando la espera.
Queda el desolado placer de la memoria
cantando aguas abajo.
En cuanto a De regreso a nosotros, último libro, hasta el momento, de nuestra admirada Ana Pérez Cañamares, debe su título a uno cita de Antoine de Saint-Exupéry:
Tal vez el amor sea el proceso por el cual yo te conduzca delicadamente de regreso a ti mismo.
Entre los poemas que podemos citar de un libro recomendable de principio a fin están los siguientes:
Vienes y revolucionas
todas las estaciones
florezco, lluevo
nievo y relumbro
soy un libro de haikus
mis hojas bailan al aire
que mueves al caminar.
No te conformaste sólo
con derribar los horarios
aspirabas a la Revolución:
guillotinaste el tiempo.
En tus libros encuentro poeas
con versos subrayados:
me paseo por tu historia
con palabras prestadas me señalas
el camino que te trajo hasta aquí.
Siento mi amor por ti
como algo denso y concreto
de hecho cada mañana
lo visto y lo peino
le doy mi nombre
lo paseo entre la gente.
Tú y yo somos dos poemas
escritos en diferentes idiomas
que nuestros cuerpos mudos
se empeñan en traducir.
Me tocas como lee
un ciego el Quijote
al final de la lectura
no sabemos quién es libro
quién loco, quién lector
quien la obra maestra
de quién.
Suena la ducha:
me ha relevado el agua
en la tarea de acariciarte.
Dormimos espalda contra espalda
respetamos cada uno
la tierra de los sueños del otro
al despertar nos citamos
en el puesto fronterizo
allí aprendemos entre brumas
que dos exiliados hacen país.
Quererte no me servirá
para comprender el amor
también los buceadores
olvidan la idea del mar.
Con esta pequeña selección y un mínimo homenaje concluyo esta entrada sobre dos poetas siempre necesarios, tanto en su faceta combativa como en la amorosa. Como hemos visto, difícilmente disociables:
COMPROMISO POLÍTICO Y AMOR ADOLESCENTE
A Ana Pérez Cañamares y Jorge Riechmann
Amar con la prisa de los portales.
Beber como un náufrago en el desierto
que tiene un hijo en la cárcel.
Huir del claro desengaño a tu rostro.
Bailar como en las fiestas de los pueblos.
Reincidir en amarte sin regreso.
Volver siempre de regreso a nosotros
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