Mensaje a los adolescentes
Esto no debéis intentar repetirlo en casa, niños.
Niños, probad a hacerlo en casa
y sabréis lo que es bueno sin que os lo cuente nadie.
Recordad que no hay nada que vuestros padres puedan enseñaros.
Ellos no son vosotros.
Acostaos, bebed.
Hace siglos que están ocurriendo estas cosas
y nadie ha demostrado
que sean mucho peores que una guerra.
Existe un paraíso tras esa raya blanca.
Cuanto hace daño y no hacéis,
niños, lo estáis cambiando por la serenidad.
¿Os han hablado de ella? ¿Sabe alguno a qué sabe?
Si ignoráis quiénes sois evitad el rodeo
de averiguarlo uniéndoos a los demás. Una plaza en el grupo
es un puesto en el mundo;
ahora bien,
niños,
que levante la mano el que quiera morirse siendo útil y sensato.
Tenéis razón: no es nada divertido.
Por lo demás, sé que no sois felices,
a lo mejor pensábais que todo el mundo os odia. Pues es cierto,
pero sobran motivos: sois jóvenes y estúpidos
y no tenéis derecho
a todo ese futuro que vais a malgastar (como nosotros).
Entonces, ¿estáis solos? Así es.
Aprended a ser libres, no esquivéis la mentira;
sabréis por experiencia que es más sólida que una verdad pactada.
Y sobre todo,
niños,
no creáis
que la vida merece la pena de vivirse
sólo porque lo juren desde siempre los peores cabrones.
(El fin de semana perdido.
José Luis Piquero.
DVD Ediciones.
-Posteriormente incluido también en 50 poemas,
antología publicada por Ediciones de la Isla de Siltolá)
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