ARREBATOS ALÍRICOS

Me fui sobreviviendo como pude

(José Luis Piquero)


martes, 5 de septiembre de 2023

ANTIRRETRATO (Single y Cara B) en UN POEMA CADA SEMANA


12 años o, lo que es lo mismo, 2 sexenios y 4 trienios más tarde, el mítico Antonio Martín Flores sigue llenando las redes y las aulas de poesía y reflexión gracias a la web UN POEMA CADA SEMANA. 
En esta ocasión, vuelvo a tener el honor de que comparta un poema mío para analizarlo y suscitar sus siempre originales actividades. Pueden verlo en este enlace y, sobre todo, seguir la web, especialmente si sois docentes de literatura, aficionados a la poesía o admiradores del trabajo bien hecho.

COMENTARIO: Vuelve el poema de la semana y como cada año la primera entrada va dedicada a los docentes, compañeros y compañeras que seguro que en estos primeros días se plantean muchas cuestiones que tienen que ver con su labor y con su propia identidad. Cualquiera que se dedique a la enseñanza, o tenga dos dedos de frente, reconoce que en esta profesión uno se juega su propia vida, su propia salud, porque trabajar con emociones siempre es un desgaste brutal del cuerpo y de la mente. Y claro, hay que mirarse al espejo para conocernos (aunque confieso que yo no lo haga nunca), hacer un ejercicio de introspección como el que realiza Víctor Peña Dacosta (que, por cierto, también es profesor de Secundaria) en estos versos crudos y auténticos. 

Hay en la poesía, en la buena literatura, algo que nos apela siempre en mayor o menor medida. Leemos vidas ajenas, por ejemplo, pero curiosamente, esas lecturas nos muestra algo de nosotros mismos. Por eso el poema doble de esta semana nos define en algunos de sus versos. Seguro que encontráis en los versos del poeta extremeño esa imagen que proyecta vuestro propio rostro. Cualquiera tiene una vida monótona, con limitaciones, con circunstancias que hacen que no nos desarrollemos todo lo que podamos, recurriendo a paliativos o sucedáneos para sobrevivir a duras penas en esta sociedad y en este mundo que parece un sinsentido. Pero también, en la cara B, podemos encontrar un hueco para la esperanza. Tal vez, podamos ir a pierna cambiada, contracorriente, emocionarnos sinceramente cuando vislumbramos la inocencia del hogar o del pasado vivido, Hay un hueco para la rebeldía, para intentar cambiar las cosas del presente...

Todo docente sabe que cuando nos colocamos delante de una clase todos estos pensamientos, sensaciones, contradicciones las ponemos encima de la mesa. No conozco a ningún profesor o profesora, a ningún maestro o maestra que pueda crear un personaje ficticio. Al final, enseñamos lo que somos. Y ese es el mayor reto: la mejor versión de nosotros mismos para que el alumnado no solo vea nuestras carencias, nuestras sombras, sino también nuestro entusiasmo y la capacidad de cambiar el mundo que nos rodea. Desde este blog intentaremos aportar ilusión y pasión a nuestros compañeros y compañeras, y seguiremos, como un martillo pilón, acercando la creación poética al alumnado y al resto de lectores que se pasen por aquí. 

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