ARREBATOS ALÍRICOS

Me fui sobreviviendo como pude

(José Luis Piquero)


domingo, 15 de mayo de 2016

Adaptación al miedo (un poema de "La huida hacia delante")

Víctor Peña Dacosta

Acostumbrarse a las molestias diarias,
a que se mueran los abuelos.

Hacerse a la idea de que envejecen
los padres y maduran los amigos.

Andar un rato por las tardes.

Verse de pronto envuelto en un debate
sobre hasta cuándo es mejor dar el pecho.
Tener una teoría al respecto.

Apuntarse a cursos de idiomas
o al gimnasio y actualizar los blogs
al menos una vez a la semana.

Hacer la cama siempre al levantarse
y fregar antes de que se acumule:
hacerse fuerte en la rutina.

Ser un hombre a la hora de hacer colas:
no dejar que se cuelen las marujas
ni nos venza el desaliento.

Medir la vida en estados de Facebook
y la aceptación social en “me gustas”.

Abrir un plazo fijo a un interés
razonable y defender que conviene
una reforma fiscal moderada.

Seguir los partidos sin pegar voces.

Hacerse chequeos de vez en cuando,
que total no cuesta nada. Enterarse
de cuáles son los mejores productos
para mantener limpia la piscina.

Irse de vacaciones con los suegros,

Atender cuando oyes “señor”
por la calle. Aprender a hacerse el nudo
de la corbata y a arreglar los enchufes.

Entender por qué sube la hipoteca.

Asumir que es cada vez más difícil
cumplir el sueño de hacer un trío.

Gastar mucho menos dinero en libros,
reducir el tiempo de siesta.

Hablar en las reuniones de vecinos.

Aprovechar los descuentos del súper,
preferir los conciertos en teatros,
elegir cortinas de seda blancas
que combinen con la mesa camilla,
buscar porno duro gratis, cervezas
negras y ginebras de marca, vinos
con un ligero regusto a manzana
de nombre extranjero. Decir que es suave
pero con mucho cuerpo. Fijarse
en cómo va resbalando la lágrima.

Usar reloj.

Adaptarse, como todos, al miedo.
Amortiguarlo con pastillas.

Apagar el despertador antes de que suene.

Ponerse camisa para ir a trabajar.

(La huida hacia delante,
Ediciones de la Isla de Siltolá, diciembre de 2014)


El 5 de enero de 2016, supongo que marcado por mi libro, El Roto publicó esta viñeta en El País (es broma, por supuesto)



El poema también puede encontrarse en Nacer en otro tiempo, la antología de poesía joven editado por Renacimiento y coordinada por Miguel Floriano y Antonio Rivero Machina:



9 comentarios:

  1. Pues no sé... un texto narrativo cortado en trozos para darle una apariencia de poema. No veo poesía por ninguna parte...

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  2. No pasa nada, Luis: no hace falta saber de todo ;)
    Un saludo

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  3. Ya lo avisó hace tiempo Benedetti de lo que pasaba si te salvabas. http://www.poesi.as/mbap061.htm

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  4. Muy buen poema: de mis preferidos durante la adolescencia.

    Un saludo y gracias por comentar.

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  5. Benedetti? En serio? Pero no hablamos de poesía? jajaja...

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  6. Yo no hablaba de nada: contestaba a un comentario de un tal Luis en el que citaba, sin venir muy a cuento, ese poema.
    De todas formas, si no te ha gustado Benedetti en la adolescencia... es que no te ha gustado Benedetti en la adolescencia ;)

    Un saludo y gracias por comentar

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  7. El comentario no iba por tí, Víctor. Simplemente no veo por qué le gusta a la gente un poeta tan prosaico como Benedetti. Demasiada verborrea, para mi gusto.

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  8. Si te gusta Benedetti tienes la sensibilidad emotiva de un adolescente cuando no es que te gusta algo que parece que ni se puede llamar poesía

    juas, no quiero ni saber qué pensáis de la gente que no lee poesía, vaya tela de elitismo cultural, seguid en vuestros cafés y vuestros circulillos lamentándoos de que la gente no sabe apreciar lo bueno que sois y que nadie pone perras, en fin

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  9. Hola, anónimo: me parece genial que te tomes la molestia de contestar a un comentario en mi blog pero si, como parece, estás contestando a Luis, creo que sería más acertado que usaras el singular en lugar del plural...
    Por si acaso, aclaro: yo en ningún momento he dicho que Benedetti me parezca malo (he recordado que ese poema fue de mis favoritos muchos años y luego he hecho una coña a raíz del comentario de Luis), no me quejo de que la gente no aprecie lo que hago y, mucho menos, de que se invierta poco dinero en poesía...

    Por otra parte, no tengo nada contra la gente que no lee poesía (la inmensa mayoría de mis familiares, compañeros y amigos) hasta que hayan hecho algo para ganarse mi animadversión. Como comprenderás, tampoco siento especial cariño por alguien simplmente porque lea o diga leer poesía...

    Gracias por comentar (aunque en futuras ocasiones agradecería que te identificaras con algún nombre, aunque fuera para poder referirme a ti más directamente).

    Un saludo

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