SEXO, MENTIRAS Y FACEBOOK
“Tu sexo alimenta mi sueño”,
te escribía yo, sin saber que, en realidad,
escupías en el sexo de otra.
Sexo, veneno y sangre,
entre lobos estremecidos a
dentelladas no hermosas.
“Tu silencio es una niebla
que mi voz no rompe”,
te escribía yo llorando
en medio del ruido de silencios.
Y tú estallando en mitad de la noche,
llorando los silencios de aquella
mientras yo aparecía en tu vida
cantando nanas estúpidas
para dormir a los amantes
que no se conocen.
Un coño emputecido
–febril urgencia entre mis muslos–,
un coño desinhibido,
un coño bien enseñado,
detonante de tu semen y mis lágrimas.
Una simple paja
cuando venías, ya de mañana
y el alcohol y el solipsismo de la noche
te pedían mi triste sexo
en un privado.
Ahora sal, jodido demonio,
estoy cansada.
Podría matarte por facebook
pero te has adelantado
Sé que cuando vuelves a casa
repasas mis fotos.
Que me sigues
a escondidas.
Que no puedo salir
de tu vida.
Que no te excitas
si no es con drogas
o conmigo.
Y que ella no te da
lo que necesitas.
Y que no sabe nada.
Eva Vaz.
Trabajo sucio.
(Ediciones de la Isla de Siltolá, 2016)
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