Pudo ser un amor del montón
pero todo el montón era mío.
Señor Chinarro
Lo peor no ha sido que te fueras como te fuiste
(y los dos sabemos que te fuiste de muy malas maneras)
ni que te fueras cuando te fuiste
(y sabes que no pudo haber un momento más inoportuno)
sino que vengas cuando vengas
vengas como vengas,
y lo hagas cuantas veces creas oportuno
regodearte con mi amor pazguato y humillado,
yo seguiré esperándote de brazos y pecho abiertos
abjurando de partículas interrogativas y pretéritos
que no pueden entender, imbéciles,
que has vuelto, que por fin has vuelto
y que esta vez quizá sea para siempre.
La huida hacia delante,
Ediciones de la Isla de Siltolá, 2014
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