HIMNO GENERACIONAL
Se nos rompían enseguida los chándals
y nuestros padres, que no reparaban
en gastos, compraban ordenadores
carísimos que quedaban obsoletos
en dos años. Poco sacrificio
en esos años de burbuja inmobiliaria.
Todas las fiestas eran de disfraces.
Cambiábamos de todo a la mínima.
Muchos cambiamos incluso de equipo
de fútbol, de ciudad, de trabajo
o de bebida preferida. Seguimos
adelante sin mirarnos y acabamos
buscando la sombra en cubículos para fieras.
Acabamos pasándonos al diésel,
al pádel y a las drogas de diseño.
Encontramos vuelos baratos
y ofertas de telefonía móvil.
Abandonamos las llamadas para siempre
y compramos el último CD.
Nosotros inventamos las series de culto.
Nos fuimos a vivir al extrarradio
olvidando que hace falta un refugio
mejor para escapar de uno mismo.
Nos llevamos siglos de ventaja.