PREFACIO
anterior al capricho de viajar
soñar era un verbo propiedad de vanidosos
cuando nos quitamos la venda
conocemos las cosas por su nombre.
EL ESPEJO SOBRE NOSOTROS
creerse uno mismo su mentira
como fase previa para librarse de cargas
el valor de aquella pesada mochila invisible
colgando de la espalda
hablar solo, reflexionar
jurar arrepentido un cambio de vida
en la próxima escala.
ENSEÑAR A HUIR
adquirí la vejez retenida bajo la tierra arcillosa
mientras imponía mi voz
sobre los dogmas de los cirujanos del desánimo
en la guerra de la piel contra la piedra,
allí donde se abraza lo oscuro
decidí esconder el triunfo entre mis dedos.
VIANDEN
nadie sabía en qué lugar guardar los secretos,
en quién sacudir la voluntad de la pólvora
el aire se extinguió por la muralla,
la soga del silencio ahogó bramidos,
los miedos acecharon al dolor
resultó ser la intemperie
el único lugar a salvo durante el bombardeo.
NACIDOS EN RUINAS
gira el tiempo
y no significa una derrota
aunque la miseria les manche cíclicamente
hay un poso de nácar peinando
alguno de sus dientes,
amenazando una guadaña con forma de factura
me llaman maestro,
desconocen que mis manos también están vacías.
III
entre tus pies
la danza del olvido
sigue escondiéndose
aún retumba el púrpura
sobre la miel del alba.
(Rua Primeiro de Maio)
TRECE
aprendo a esconder la boca sobre tu miedo,
saboreo mejor así
el gusto oxidado del placer
una catarata escupiendo silencios amenaza
con hacernos de hielo
es el invierno aullando todavía lejano
[sus intenciones
sobre tu nuca.
Huir.
Xavier Rossell.
Ediciones Lastura, 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario