A mí me quedan los eslabones del tiempo en la memoria; la espinela, los tribunos de la plebe, la náusea, ay, infelice, Butch Cassidy and the Sundance Kid, das Ewigweibliche, la mansarda de Les Halles, Charlie Parker, "Lucy in the Sky with Diamonds", el sueño de la script, una sonrisa triste y bondadosa y la persistencia plural de la lluvia, la lluvia que se esconde en las palabras y los libros, la lluvia que azota la ciudad y las ventanas, la lluvia que cae sobre el olvido y la ceniza. Por mi parte, he contemplado campos de fresas, de trigo, de algodón, oigo a veces el sonido compacto de Strawberry Fields Forever, he sabido de campos de batalla, magnéticos y santos, pero, por más que miro a los lados de la carretera cuando viajo en coche por tierras de murgaños, aún no he encontrado campos de amapolas blancas.
Campo de amapolas blancas.
Gonzalo Hidalgo Bayal.
Tusquets
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