CIUDAD DEL HAMBRE: CASABLANCA
Tildes en rojo, tacos en árabe
y eternas discusiones con taxistas
en frances macarrónico.
Código mínimo de mímica
básica, cibersexo limitado
por la diferencia horaria y llamadas
al orden en perfecto castellano.
Ten cuidado, amigo, ya nadie
te espera en casa y un turista
es un blanco fácil allí
donde no respetan los pasos
de cebra.
La huida hacia delante.
Ediciones de la Isla de Siltolá, 2014
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