miércoles, 30 de noviembre de 2011

Palabras mayores

Este viernes tengo el inmerecido honor de presentar uno de los libros que más me han gustado en los últimos tiempos: Palabras menores de Juan Ramón Santos. Será, como digo, el viernes 2 a las 20:00 en el Aula de Cultura de la Calle Verdugo de Plasencia. 


Supongo que esto se dice mucho por cumplir y que a algunos les puede sonar falso. Pero eso es que no han leído el libro. Yo sí, y estoy más feliz que el mismísimo onanito del parque

martes, 29 de noviembre de 2011

Al pie de la letra (Víctor Jiménez)


Hoy Álvaro Valverde me ha prestado un libro, Al pie de la letra de Víctor Jiménez, publicado por Ediciones Siltolá. Es un libro sobre las ironías, desventuras y consuelos de la profesión docente dividido en tres partes (una por trimestre).  Tiene buenos ejemplos de sabia ironía, como el que sigue (que creo que voy a poner en la sala de profesores de mi centro):

PARTE DE BAJAS

Cuando llegan al frente cada día,
lo primero que hacen es mirar
con atención el parte
de bajas.
                Han caído
ya demasiados combatientes
como para afrontar
con ánimo y con éxito
la inminente batalla.
Son las ocho y espera el enemigo
que, como siempre, los supera en  número.
.Vuelve alguno, que llega rezagado,
a leer en voz alta
los nombres de los pobres abatidos
por las enfermedades y esta guerra.
Pero no cunde el pánico;
si acaso, el desaliento.
Y hay quien piensa, no entiende y se pregunta,
con una leve e irónica
sonrisa, cómo puedo
estar ahora aquí en primera línea
con esta tosecita que me entra al levantarme.


También, cerca del final, recapitula con un poema que viene a condensar el espíritu del libro. Y, seguramente, de más cosas:

BALANCE

Ahora que la noche no me tienta,
cuando la vida apenas me enamora,
algo me dice que llegó la hora
de hacer balance y de rendirle cuenta.
Aunque prefiero el sol a la tormenta,
me tomo, como viene, cada aurora.
Lo que la vida entrega lo devora
el tiempo. Y nadie vive de su renta.
Tampoco vivo del trabajo. A diario,
soy solo un profesor de andar por clase.
Me dan pulso otras cosas y otros temas
Que no se compran con un buen salario,
que no se pagan con el sueldo base.
Mis amigos, mi amor y mis poemas.


Para rematar el cuadro, he ido a buscar el libro al colegio donde Álvaro da clase después de haber ejercido en el instituto donde intento darlas. Le he interrumpido un momento y pese a ello ha sido tan amable como siempre. La pena es que he estado muy poco tiempo y no he podido comprobar si, como deben, sus niños le llaman "maestro".

lunes, 28 de noviembre de 2011

Y sacar siempre 9,25



Que solo tengo dieciocho años,
que me duermo abrazada a un gigantesco
Monstruo de las Galletas de peluche
y que no quiero sexo ni problemas,
solo estudiar sin demasiado agobio
y sacar siempre nueve veinticinco.
Que no quiero saber nada del mundo,
ni del amor y mucho menos de ese
rollo repollo de las relaciones
humanas, sobrehumanas, infrahumanas.
Que lo que quiero es quedarme tranquila,
dormir mis nueve horas cada noche
y que nadie repare en mi existencia.

("Que solo tengo dieciocho años".
Carmen Jodra.
Veinticinco poetas españoles jóvenes.
Hiperión)

miércoles, 23 de noviembre de 2011

El padre de los hijos de los hijos de la ira

Entrevista de Xurxo Sierra Veloso a Ben Clark para 'Duero Digital'
(puedes leer la entrevista completa aquí)

-¿Qué queda del becario de la Fundación de Antonio Gala?
-La ilusión por escribir y por intentar hacerlo por encima de todas las cosas. La función que tenía la Fundación era o bien convencernos de que debíamos dejarlo porque la creación no era lo nuestro o bien todo lo contrario. Después de escribir incansablemente durante nueve meses, comprendí que lo que pudiera hacer fuera de la literatura sería tiempo perdido. Sin la Fundación Gala no hubiera tenido ese impulso de sentir que lo que hago es importante. De ahí que mis grandes enemigos sean las palabras hobby o afición. Si uno es poeta debe serlo veinticuatro horas al día, siete días a la semana, con todo lo malo que ello implica, ya no solo la cuestión económica, sino el hecho de vivir constantemente en una nube de hipocondría y paranoia, el sufrimiento de estar siempre reflexionando sobre la condición humana. Cuando nos pagan, las pocas veces en que lo hacen, es precisamente por ello, por estar siempre pensando.
-Aseguras que “lo único insostenible es la esperanza”.
-El último verso de mi próximo libro defiende justo la idea contraria, algo así como “el coral blanquecino y reseco ofrece todavía una esperanza”. Son voces poéticas que surgen y ponen de manifiesto ciertas contradicciones, de ahí a veces diga una cosa y la contraria. Personalmente, creo que estamos en un punto muy malo desde el punto de vista ecológico, planetario, tal vez un punto de no retorno. Ese puede ser básicamente el mensaje de Basura, mi libro más intenso. En algún otro poemario aún no publicado, cambio el tono y hablo del planeta como algo que nos sobrevive a todos.
-Tienes un gran dominio de los registros formales.
-Me gusta cambiar, pero creo que el verso clásico debe estar de fondo asomándose más o menos, pero siempre como punto de partida. Yo no sabría escribir un verso libre sin haber entrenado previamente el oído con una métrica que ha funcionado durante siglos y que responde a intuiciones que se han ido formando de acuerdo a las estructuras reales del lenguaje. A veces nos pueden sonar manidas, de acuerdo, pero no se puede menospreciar el trabajo de cientos de escritores a lo largo de la historia.

domingo, 20 de noviembre de 2011

La gran fiesta de la democracia

Otra maldita tarde
de domingo, una de esas
tardes que algún día escogeré
para colgarme
del último clavo ardiendo
de mi angustia.
En la calle
familias con niños,
padres y madres
sonrosadamente satisfechos
de su recién cumplido
deber electoral;
gente encorvada sobre radios
que escupen datos, porcentajes
en los bancos.
Corderos de camino al matadero
dándole a escoger el arma
al matarife.



(Democracia.
Roger Wolfe)



lunes, 7 de noviembre de 2011

Como un pìto


Y eso que uno presume
-o se duele, más bien-
                        de tener el corazón eréctil como un pito.

(Balizamiento para un aterrizaje nocturno.
Antología de Felipe Núñez. Grande)

domingo, 6 de noviembre de 2011

Yo me autodestruyo por saber que soy yo. Y no todos ellos.

En 1976 se estrenó el documental El desencanto, de Jaime Chávarri. En él, se hacía un recorrido por el pasado y el presente de la curiosa familia Panero, su actitud ante la muerte del patriarca (poeta semi-oficial del franquismo), los deteriorados lazos que aún les unían y las distintas formas de encarar lo que ya comenzaba a ser una evidencia incómoda y dolorosa: el desequilibrio mental del más joven Leopoldo María quien, por sus propias intervenciones o por su presencia en las de su madre y hermanos, se acaba erigiendo como protagonista auténtico del filme, junto con el fantasma del padre muerto.





En 1994 se estrena Después de tantos años, esta vez filmada por Ricardo Franco. Si la anterior película, versaba sobre la muerte y lo difícil de seguir viviendo una vez que se abre ante ti una libertad para la que no sabes si estás preparado después de haber sido criado en la humillación, el esclavismo y el oprobio (y por eso se quiso ver como metáfora del final del franquismo) esta se trata, ante todo, de una película sobre el paso del tiempo. Como ya saben ustedes, Leopoldo María Panero se convirtió en un poeta de éxito, lo que no impidió que haya pasado gran parte de su vida en distintos manicomios. Juan Luis Panero decidió alejarse todo lo posible de su madre enferma y de su hermano loco, en realidad aislarse de casi todo el mundo o, al menos, todo el mundo que no estuviera contenido en los libros de Scott Fitzgerald. Por su parte, Michi Panero, el único que no triunfa en la literatura, se convierte en seguida en un mito, un escritor sin obra, un dandi al principio nihilista y al final resabiado, que se alza con el protagonismo de esta secuela (hay que decir que la idea de rodarla surge de él) por su ironía, vehemencia, sabiduría y hartazgo.


Imagino que es de aquí de donde sale la idea de Nacho Vegas de hacerle el homenaje que supone la canción El hombre que casi conoció a Michi Panero, que imagino que muchos de ustedes conocen y que, les aseguro, todos ustedes deberían conocer. Sin duda, una de las mejores canciones en castellano de los últimos 20 años. O puede que 200.


Hay que admitir que en Después de tantos años, Juan Luis Panero queda, en el mejor de los casos, como un ser bastante egoísta. Y, posiblemente, como un auténtico gilipollas. Por eso siempre ha sido mi preferido de los Panero y, por eso, siempre he querido, dentro de mis modestísimas posibilidades, reivindicar su obra. Porque la imagen que se transmite de uno posiblemente no tiene nada que ver con cómo es en verdad la persona. O así nos gusta consolarnos a los que en muchas ocasiones hemos quedado como unos egoístas y, en ocasiones, como auténticos gilipollas. Pero, sobre todo, porque la imagen que se ha transmitido de uno no tiene nada que ver con la calidad de sus textos. Y, aunque algunos no tengamos ese consuelo, Juan Luis Panero sí. Y se merece al menos eso:

MEDITACIÓN IDIOTA A LA HORA DE ACOSTARSE SOLO

Si has dicho, y repetido en tantas ocasiones,
que tu único amor es una maleta,
por qué te quejas y protestas
mientras miras el techo sobre tu cama solitaria.
Víctima, juez, y al final verdugo,
aún puedes sentir que te estremeces porque alguien te quiere,
pero tú elegiste, en cierto modo, ese destino,
y ahora debes pagar el precio.
Tú, que pronunciaste "te quiero", tantas veces,
para reírte luego de tu propia frase,
¿qué esperas?, ¿a quién pides en vano?
Si cuando encuentras a alguien que comparte tus días,
tus noches más terribles, tu suma de fracasos,
te da miedo decirle "sigamos juntos para siempre"
aunque sea una frase, aunque no te lo creas,
¿qué final es el tuyo?, ¿qué es lo que aguardas?
Y si también te quejas de las grotescas farsas
que a menudo, inútiles, construyes
con frívolas historias, palabras mercenarias,
¿qué pretendes?,¿que pides a la vida?
La vida no es un juego, debiste comprenderlo,
y si hay algo muy claro es que has envejecido.
Confórmate y aguanta, y no pidas milagros,
que el vodka te acompañe al silencio y al sueño.
A los pies de tu cama, como una perra en celo,
la muerte, desvelada, te da las buenas noches.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Ni a las drogas ni a la enseñanza.


Este es el único poema que soy capaz de leer.
Y solo yo
puedo escribirlo.
Otra gente parece creer
que el pasado puede guiarles.
Mi propia música
no está solamente desnuda.
Está abierta de piernas.
Es como una mujer
y tiene que ser orgullosa.
Yo no me maté
cuando las cosas me fueron mal.
No me dediqué
ni a las drogas ni a la enseñanza.
Intenté dormir,
pero cuando vi que no podía dormir
aprendí a escribir,
aprendí a escribir
cosas que pudieran ser leídas
en noches como ésta
por gente como yo.

(4.
La energía de los esclavos.
Leonard Cohen.
Traducción de Antonio Resines)