domingo, 23 de marzo de 2025

Algunos poemas de ANTITIERRA (Valeria Tentoni)




QUIERO REVENTARME

contra el futuro
como un insecto de esos
que se convierten en estrellas en la ruta
sobre el cielo polarizado
de un parabrisas ajeno.

 ***

ESTABA POR ESCRIBIR UN POEMA DE ODIO

pero me tiré un poco en la cama
no atendí el teléfono.
Pensé el asunto:
decía cosas que tenían que ser dichas
todos los versos que se me ocurrían me parecían brillantes
encajaban bien, se movían bien,
las palabras eran tiburones embadurnados con aceite en mi cabeza,
aparecían, una detrás de la otra, dictadas por una supernova

me decía sí, ahora me voy a levantar
y voy a escribir esas líneas definitivas de venganza
y bronca y dolor y repulsión y venganza
y todo va a estar bien después, el poema
va a curarme, va a quedar ahí
como una cicatriz humeante,
va a hacer por mí ese camino. Me voy a levantar y el poema
o si no es eso por lo menos levantarme.

Pero me quedé dormida.

 ***

ADENTRO DE LA HELADERA SIEMPRE ES DE DÍA.

Las cosas que están ahí no se quejan, no le piden a ningún dios
que apague la luz. Esperan su turno.
Algunas se vencen, pero se quedan igual.
Me gustaría ser la botella de Coca-cola
que cargo con agua de la canilla. Algo que acepta su destino
sin escándalos.

Vivo arriba de un supermercado chino.
El otro día colgué un pantalón de la ventana
y el viento se lo llevó. Tuve que bajar, tuve que pedirles permiso.
Me dejaron entrar al depósito: fue como llegar
a la vasija de pepitas de oro al final del arco iris.
Durante mucho tiempo pensé que el ruido ese venía de la panadería
que está a mitad de cuadra. Resulta que no,
que viene de lo de los chinos.
Hay un enorme motor que usan para ventilar su mercadería.

Las cosas que están ahí no se quejan, no le piden a ningún dios
que haga silencio.

Todo lo que brilla es satélite de alguna estrella opaca.
Algún día esa estrella dejará de existir
antes que sus rayos
y caeremos a una fe ridícula.

Si no hubiese cosas más tristes que esa,
esa sería una cosa triste.

***

https://www.edicionesliliputienses.com/2019/02/valeria-tentoni-antitierra.html?m=1

domingo, 16 de marzo de 2025

Algunos poemas de EL HOMBRE DEL PADRE (FLORENCIA DEL CAMPO)


Si no existieras, padre,
¿acaso temería a los hombres?
Quizá haría el amor de otra manera
¿con más ropa?
¿con menos luz?
¿sería más puta?
Padre, con tu cuerpo he matado 
en los sueños que no se confiesan.
Pero si no existieras, claro,
tendría un marido
hablaría de plata
sabría que se desayuna
dónde se guardan los cuchillos,
claro,
conocería la norma:
de qué se charla en las cenas
cómo se cocina el pescado
O sabría destornillar un mueble.
Padre, cualquier cosa, 
solo si no existieras.
Yo sabría
tener hijos.
Comprar una casa que acoge
no una funda 
La razón de la caída.
Tendría trabajo
¿no sería poeta?
Tendría cocina
y familia.
Si tú no, eso quiero decir,
entonces
Yo una mujer, eso que querrían.
¿Qué hacen las mujeres
normales? Ya
no
me
lo preguntaría.
Padre.
Si no existieras,
¿acaso me desearías?



El deseo de matarte
me recuerda a aquel hombre rubio
Que nunca me habló
excepto para decirme: deseo
atarte.
Padre, que eres mudo.


Matar al padre
Atar al hombre.
Hacer un nudo en el pelo rubio.
Hacer un uno
y el otro.

Amo al hombre que no es padre
porque no es mi padre.

Si el hombre que es padre fuera
mi padre
por fin desearía este Edipo.

El hombre que es padre se levanta a las siete de la mañana
para buscar a sus hijos.
Mi padre se levantó a las siete de la mañana
cuando dejó a tres niñas solas con una madre.




Solo me quiero masturbar pensando en el hombre rubio,
me da igual quién sea.

El hombre rubio se acuesta con otra que no es
                                                  la otra, sino otra de la otra.
El sexo nos duplica la extranjería 
hasta acabarnos.

Mi padre acaricia escalones con sus pantuflas
yo tropiezo siempre con el mismo hombre.

Todo parecido con la realidad
es pura semejanza.

El yo poético.


Voy a follar con un hombre hasta volverlo 
padre.

Voy a gatear en la cama.

EL HOMBRE DEL PADRE
FLORENCIA DEL CAMPO.
(ISLA ELEFANTE, 2024)